Hola quiero que lean este relato y lo valoren gracias y si les gusta pueden hacerse una paja....
nota no es mio pero meencanto y lo comparto.
Esta historia ocurrió hace ya 1 año, eran los primeros días de agosto y nuestro pueblo de Andalucía estaba en fiestas, eran las 2:00 de la mañana cuando mi esposa Silvia y yo llegamos a casa, ambos tenemos 38 años y ya habíamos vivido muchas fiestas en aquel pueblo así que los últimos años solíamos volver pronto a casa ya que no había nada que no hubiéramos visto muchas veces antes, cuando llegamos a casa me di cuenta de que nuestro perro Boby todavía no había salido a pasear así que a pesar de la hora decidí salir a darle un paseo.
Deje la cartera en casa y como siempre mi esposa me dijo que donde iba sin cartera, siempre discutíamos porque yo salía sin cartera de casa y ella me decía que tenia que llevar la cartera pq en ella llevo mi documentación, yo siempre la decía que para 10 minutos para que coño iba a ir cargado con la cartera y eso a ella le sentaba fatal.
Estaba a punto de entrar al parque al que le llevo siempre justo detrás de nuestro bloque de apartamentos cuando me acorde de que cerca habían acampado los trabajadores de las atracciones y recordé que estaba habiendo problemas pq al parecer junto con los que tenían todo en regla habían acampado otros que se dedicaban a la venta ambulante y la policía estaba intentando echarles entre otros motivos pq desde que llegaron hacia 3 días habían ocurrido algunos robos por la zona, a pesar de eso decidí entrar en el parque ya que apenas serian 5 minutos lo que tardaría en esperar a que Boby hiciera sus necesidades y volviéramos a casa.
Llevábamos unos minutos en el parque cuando escuche una voz a mi espalda
"Que perrito tan bonito" con un acento algo extraño
Al darme la vuelta vi a 3 muchachos de unos 16 años de origen magrebí junto con un perro rotweiler, debido a la oscuridad del parque no los había visto acercarse, iban vestidos con bañadores, chanclas y camisetas de tirantes, sus pintas no me gustaron nada así que decidí darme la vuelta y volver para casa sin decir nada.
Nada mas darme la vuelta escuche la misma voz que decía
"Españolito mal educado que ni siquiera responde"
Seguí para delante sin decir nada hasta que vi como llegaban corriendo y se cruzaron en mi camino
"También llevas un reloj muy bonito, anda déjamelo ver mas de cerca"
Comprendí al momento sus intenciones así que me envalentone y les dije
"Moros de mierda largaros sino queréis que os de un par de leches"
Eran 3 pero como ya había dicho no creo que tuvieran mas de 16 años, estaban fuertes para su edad como podía ver por los brazos que dejaban ver sus camisetas de tirantes pero no creía que hubieran supuesto un problema demasiado grave para mi en un enfrentamiento, además el perro a pesar de ser un rotweiler parecía muy tranquilo y yo también llevaba un perro pastor alemán.
"Así que moros de mierda cacho cabron, danos todo lo que lleves encima o no sales de aquí"
Cuando dijo esto los 3 niñatos sacaron sendas navajas y me amenazaron con ellas, en ese momento si que me asuste, una cosa era pelear con los 3 chavales pero al llevar navajas la balanza se inclinaba claramente a su favor.
Me quite el reloj y saque lo que tenia en los bolsillos que no era mas que las llaves de casa y el móvil ya que la cartera la había dejado en casa cuando habíamos llegado mi esposa y yo, se las lance y el que hablaba que parecía llevar la voz cantante del grupito cogio mis cosas.
"Vaya mierda, no llevas ni un puto euro"
Otro de los muchachos se acerco a mi con su navaja y me quito la correa de Boby acercándolo hacia el, Boby era un perro muy tranquilo, demasiado mas bien por lo que vi aquel día y no hizo ningún gesto de desaprobación cuando aquel moro cojio su correa y empezó a acariciarle la cabeza.
"No se si dejar que te vayas o rajarte por la mierda que llevas en los bolsillos"
" Por favor dejarme ir, os he dado todo lo que tenia" les dije yo ahora si completamente acojonado
"Vaya, ya no eres tan machote" me respondió el
"CARLOSSSSSSS"
"CARLOSSS ESTAS POR AHÍ"
Los moros y yo miramos inmediatamente hacia donde habíamos escuchado los gritos, Carlos era yo y aquellos gritos eran los de mi esposa Silvia que había debido salir a buscarme ante mi tardanza ya que ya habían pasado cerca de 30 minutos.
Los moros escondieron sus navajas a la espalda mientras mi esposa que ya nos había visto se acercaba a nosotros poco a poco, yo iba a salir corriendo pero el líder me dijo
"Si gritas o te mueves os rajamos a los 2"
No me moví ni un milímetro mientras Silvia llegaba hasta nosotros