Respuesta: La riqueza inútil del platino colombiano Después de la draga, el diluvio
Quienes oyen decir fuera del departamento que en cualquier patio de Condoto se cava y se encuentra platino, se preguntan por qué la gente de Condoto no vive de explotar la mina de su propio patio. El caso es que cavando desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde no alcanzan a extraerse dos pesos en platino. A todo lo largo de los ríos mineros del Chocó, hombres y mujeres barequean -así llaman los chocoanos la explotación elemental del oro y el platino- en busca de las resplandecientes pepitas que se asientan en su batea. Es una labor paciente, agotadora, de la cual vive media población, a pesar de que hace muchos años se sabe que el barequeo no produce para vivir.
A principios del siglo, cuando solamente se seleccionaba el oro y se despreciaba el platino, considerado desde los tiempos de la Conquista como "oro biche", hombres y mujeres se enriquecieron barequeando. La riqueza era superficial, antes del conocido episodio de “la raíz" en Condoto, cuando toda la población, en la más escandalosa rebatiña de que se tenga memoria, extrajo durante una semana totumas colmadas de oro sedimentado en el fondo de una raíz. Después vinieron las dragas, "en aquellos tiempos en que al general Reyes le dio por regalar el país", según se dice en Quibdó, y arrasaron con la riqueza superficial. En la actualidad el metal que encuentran los barequeros es el metal profundo que las dragas van diseminando a su paso.
(Octubre, 1954) El Espectador
__________________ " Guárdeselo, yo vine por el dinero del banco, no por el suyo." |