Respuesta: Ningún canalla dormirá en paz Desolador el relato, porque aparte del hecho mismo, de la imposibilidad de la justicia para perseguir el acto criminal, queda la cicatriz que borró los sueños y deshizo el futuro.
El abuso deja huellas indelebles. Puede perdonarse, pero jamás olvidarse. Siempre estará presente, dejando al borde del abismo los conceptos de respeto, de autoridad, de confianza, de amor.
Criminales que andan sueltos porque sus víctimas son las más indefensas de la sociedad y no tienen la capacidad para mostrar su dolor y su rabia en un mundo de adultos, con reglas extrañas.
Queda la sanción social. El señalamiento de un ser depravado que debe ser aislado para que horrores como éste no se vuelvan a repetir.
Última edición por Heráclito; 25-02-2012 a las 19:58:38 |