Respuesta: Santos duerme con el enemigo En esta columna publicada en El Espectador hace unas horas, Cristina de la Torre desnuda quizás la principal dificultad que tiene el presidente Santos para devolver las tierras a los que lo perdieron todo, vida, tierra y raices, la derecha feudal que por muchos se apropió de lo ajeno, extendió lo propio y lo defendió con leyes hechas a su amaño o contra la ley cuando no pudo torcerla, armando sus propios ejércitos.
De esta batalla del Presidente Santos depende el futuro del país. Y como lo destaca Cristina, se enfrentan dos posiciones, la que encarna el ex presidente Uribe, que representa a los hacendados que por dos siglos han hecho de nuestro país uno de los más inequitativos del mundo, un país de castas, de dueños de cuerpos y conciencias, de latifundios inmensos que les permiten gobernar para defender sus privilegios y aplastar con cárcel, despojo, muerte y desarraigo al campesino que se le oponga.
Del otro lado está la burguesía citadina, la que entiende de otra manera el mundo. Claro que quieren conservar sus lugares de privilegio, pero la forma es repartiendo la riqueza y no acaparándola. Para ello, un pilar fundamental es desarmar la bomba de tiempo del campo. Si devuelven las tierras a sus legítimos propietarios y la agricultura vuelve a ser motor del desarrollo del país, la economía crecerá y la clase media se expanderá (el rombo de los economistas) llevando el país a lugares de privilegio en la región.
Mayor equidad, derrota de la violencia, oportunidades para todos, trae la prosperidad y con ella el equilibrio social. El tiempo de la derecha feudal pasó hace mucho, pero Colombia es uno de los países que no ha hecho la tarea. Santos quiere hacerla e introducir de lleno el país al siglo XXI. Es una pelea dura, pues los latifundistas nuestros son los más atrasados y violentos del continente.
¿Conseguirá hacerlo? Colombia se juega su destino. El primer paso, haber elegido a Santos, ya se dio. Los próximos pasos están en progreso y el país debe acompañar a quien busca derrotar en Colombia a la derecha retrógrada que como en toda historia tiene su contraparte igual de atrasada y violenta, la izquierda fundamentalista que también se quedó anclada en los albores del siglo XX.
Hay que derrotar con la ley, con las armas y con la equidad a estos dos extremos perniciosos que tanto daño le han hecho al país.
Última edición por Heráclito; 14-02-2012 a las 10:43:34 |