La violencia en Siria amenaza con extenderse a Líbano, que ha desplegado sus tropas en la frontera del país, con el objetivo de acabar con los enfrentamientos en la zona entre los partidarios del régimen del presidente Bashar al Assad y sus opositores.

Así, dos personas perdieron la vida este sábado en la ciudad de Trípoli, en el norte de Líbano, por el conflicto armado entre los musulmanes suníes y los alauíes, que apoyan al Gobierno de Assad. El hecho ocurrió tras el sangriento doble atentado terrorista de la víspera en la ciudad siria de Aleppo, capital económica siria.

El canciller del Líbano, Adnan Mansour, reiteró la posición de su país de que el diálogo es la única vía para resolver la crisis en Siria y advirtió que toda intromisión extranjera complicará aún más la situación aguda que sufre ya el país.

Mansour añadió que los efectivos del Ejército libanés y de los cuerpos de seguridad fueron desplegados a lo largo de la frontera con Siria para evitar cualquier tipo de infiltración de grupos armados o pertrechos bélicos.

Al mismo tiempo, el responsable de Exteriores destacó la postura firme de Rusia y China, la cual calificó de valiente, al vetar en el Consejo de Seguridad la resolución contra Siria.