Correa agregó que "hay que insistir en el levantamiento del bloqueo contra Cuba e insistir y rechazar esta prepotencia y soberbia de tratar de excluir a Cuba de los diferentes foros regionales".
"Yo estoy de acuerdo contigo, Rafael. Si a Cuba no se la invita a la Cumbre, y espero que esto no vaya a alterar las relaciones con Colombia, no tiene nada que ver con Colombia, nosotros consideremos no asistir a esa cumbre", indicó Hugo Chávez, su padre putativo.
Evo Morales, primer caballero del reino de Venezuela, y sin saber de qué hablaba, ratificó: "Si Cuba va, vamos; si no va, no vamos", y apocalípticamente puntualizó: "Esperamos que sea la última cumbre sin Cuba".
En 2009, en Trinidad y Tobago, se celebró con nuestros impuestos y los de los vecinos, la pasada Cumbre de las Américas. Millones de dólares en gastos y emotivos y aduladores discursos de los asistentes dieron como resultado una declaración final, de casi 100 propuestas, que de haberse ejecutado, los problemas de la humanidad estarían resueltos. Esa declaración final es absolutamente parecida a la felicidad.
Paradójicamente, los personajes más preocupados por la próxima cumbre, Correa, Chávez y Evo, no cumplieron con lo prometido: "Respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales".
Se comprometieron a proteger la legitimidad de los procesos electorales y construir instituciones democráticas. No cumplieron.
Prometieron promover un acceso adecuado y sostenible a la energía, los alimentos y el agua. No cumplieron.
Se comprometieron a facilitar la inversión y las alianzas del sector público y privado con el fin de promover el desarrollo empresarial. No cumplieron, persiguen los empresarios y les arrebatan sus compañías.
Se comprometieron con promover el comercio multilateral abierto, transparente y basado en normas. No cumplieron, cambian las normas caprichosamente.
Se comprometieron a lograr una tasa de matrícula de educación secundaria del 75% como mínimo. No cumplieron.
Se comprometieron a fortalecer el sistema interamericano de derechos humanos. No cumplieron, lo quieren restringir.
Se comprometieron a mejorar la capacidad de la OEA. No cumplieron, la quieren debilitar.
Se comprometieron a combatir el terrorismo, la fabricación y el tráfico ilícito de armas. No cumplieron, aunque su mejor amigo en Colombia dice que sí cumplieron.
Lo peor es que si Cuba hubiera asistido a la última cumbre, tampoco habría cumplido.
Que trabajo tan aburridor el de nuestra Canciller: arrodillarse y hacer lo posible para que Correa, Chávez y Morales vengan a Colombia a prometer lo que no pueden cumplir.
FUENTE : EL COLOMBIANO - BANCO DEL CONOCIMIENTO.