Un muerto, 32 heridos y otros 40 detenidos, es el saldo que han dejado este domingo los enfrentamientos cuando la policía trató de desalojar a la fuerza los bloques colocados por indígenas en rutas estratégicas de Panamá.

En una conferencia de prensa, el ministro de Seguridad de Panamá, José Raúl Mulino, ha confirmado que a causa de los confortamientos, un indígena murió, 32 nativos y siete policías resultaron heridos, y al menos 41 indígenas fueron detenidos, entre ellos dos menores de edad" según informa AFP.

Los distintos pueblos de las provincias de Chiriquí y Veraguas (en el sur y fronterizos con Costa Rica) han sido escenario de confrontaciones entre la policía nacional y manifestantes indígenas que bloquearon las rutas estratégicas del país desde hace seis días en protesta por la construcción de hidroeléctricas y la explotación de minas en su territorio.

Los dirigentes de las protestas han denunciado que la policía utilizó métodos violentos de represión e informando sobre el uso de gases lacrimógenos, perdigones y proyectiles.

“Nos han tirado los antimotines. Estábamos tan tranquilamente manifestándonos pacíficamente y nos han reprimido”, aclaró Omayra Silvera, dirigente de la coordinadora indígena que organiza las protestas a radio RPC.

Mientras tanto, Mulino negó vehementemente el uso de “armas letales” por la policía acusando a los indígenas de quemar un puesto de policía en San Felix (sur) y de saquear la sucursal de un banco.

Los manifestantes de etnia Ngöbe Buglé -la mayor del país- fueron reprimidos por la policía luego de que delegados del gobierno panameño no asistieran al proceso de diálogo impulsado por la Iglesia Católica.