Denunciante Bronce
 |  Investigan posible paseo de la muerte en Neiva
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 | Investigan posible paseo de la muerte en Neiva
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Los únicos 20 días que vivió una bebé de Neiva los pasó en el llamado paseo de la muerte, buscando atención médica que nunca llegó… Como en su desespero la madre y la recién nacida abandonaron una sala de espera para buscar un centro médico más diligente, la clínica donde nació y agonizó dice que no hay cómo probar la desatención… ¡Qué tal esto!
Desde el 4 de enero, Norma Alejandra Velásquez no deja de visitar la tumba de su bebe, quien falleció, según ella y su familia, porque no la atendieron de urgencias en los centros médicos de Neiva, hasta donde la llevó en varias ocasiones porque la mitad del cuerpo se le ponía morado y vomitaba.
Norma Alejandra estaba afiliada a la Clínica Uros de Cali, donde vivió hasta los cinco meses de su maternidad. Luego, viajó a Neiva para pasar al lado de su familia los últimos días de un embarazo de alto riesgo. Los problemas empezaron cuando fue a la clínica Uros de Neiva.
Ángela Paulina, tía de Norma, dijo que “desde los cinco meses estuvo yendo allá para que le siguieran el control prenatal y la Clínica se lo negó. Le dijo que solo le atendía las urgencias a ella”.
Finalmente la bebé nació por cesárea el pasado 24 de diciembre.
Norma relata que la niña tuvo una crisis “allá en la clínica y no se lo que sería pero lloraba demasiado y los doctores le daban tete pensando que pues que era hambre, pero ella yo no se que tenía”.
Y sin saber qué tenía, los médicos luego del procedimiento las mandaron para la casa, según sus familiares sin que a la recién nacida le practicaran ningún examen, teniendo en cuenta que su mamá es hipertensa.
Después de 7 días de nacida llevaron a la bebé a la clínica Uros porque tenía los labios morados. De la dolencia, el color de su piel y la dificultad respiratoria no le dijeron nada, ni siquiera la segunda vez que la llevó por urgencias, donde por la cantidad de pacientes tuvo que esperar una hora para que la viera el medico.
La situación de la niña, puso a correr a toda la familia, todos, papaá, mamá, hermanos, tías, abuelos permanecían pendientes de la bebe día y noche. Así llegó el tres de enero, cuando la recién nacida presentó otra crisis.
“La vieron moradita desde la cabeza hasta la mitad del cuerpo y la llevaron a la clínica UROS era una urgencia de alta gravedad”, dijo la tía.
El tiempo pasaba inmisericorde en la fila y la niña no mejoraba, nadie ponía atención, entonces Norma Alejandra busco soluciones desesperadas para salvarle la vida a su hija.
La tía aseguró que ella salió para otro centro médico en Granjas, pero que también estaba lleno de pacientes. Pero por salvar a su hija, se metió a la fuerza en busca de un médico que atendiera a su pequeña Sara.
“Yo me entré y le dije a los doctores, a todos les dije, a los de… fui hasta Sala de Partos y ahí entré y les dije que por favor que me ayudaran, el que estuviera, que a mi hija le faltaba el aire, que iba mal… ahí me dijeron que no, que tenía que facturar, que había mucha gente también”, sostiene Norma Alejandra.
Tal como lo cuenta, aunque había médicos dentro del centro medico, le tocó a ella darle primeros auxilios a su bebé. Cuando llegó a la casa, esa noche del tres de enero, ya la niña había mejorado, al menos momentáneamente, porque al amanecer del 4 de enero le volvió la crisis.
“La niña comenzó mala, mala, mala y ella de aquí a que salieran ya la niña murió en los brazos de ellos”, cuenta la tía.
Ahora todos esperan los resultados de las investigaciones de rigor, que desde ahora cuentan con un punto en contra de la mamá de la bebe fallecida, como había tanta fila, y nadie la atendía y salio en busca de otro centro medico, pues no quedó registro de su ingreso el tres de enero. Así mismo se encuentra la investigación de la secretaria de salud, porque según la familia, el único registro sería si hubieran pasado primero a facturación, o haber llevado la tutela de la urgencia.
Sólo hay una cosa clara para la familia: “Si la hubieran atendido esa noche y la hubieran dejado en observación quizá la niña no estaría muerta”.
Por lo pronto la clínica Uros si le dio la debida atención a Norma Alejandra Velásquez, quien padece de un trauma psicológico ya que no ha asimilado la muerte de su pequeña bebé.
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