'Urabeños' desafían al Estado En Montería, Medellín y Sincelejo restringieron el transporte. Policía traslada a 500 hombres para garantizar seguridad. Las desoladoras imágenes de los municipios de cinco departamentos de la Costa Caribe que tienen comunicación directa con el Urabá, sumidos desde ayer en la restricción al transporte urbano por cuenta de un paro armado, son la prueba incontrovertible de que las mafias aún conservan intacta buena parte de su ilegal poder en la región. Chocó, Sucre, Magdalena, Córdoba y, especialmente, Antioquia resultaron sitiados en por lo menos 16 municipios por cuenta de la banda criminal de ‘Los Urabeños’, que repartió panfletos ordenando la suspensión del comercio, el transporte y hasta la atención en alcaldías y órganos de control.
La absurda idea de los ilegales no alcanzó a paralizar la actividad de las entidades públicas, pero asustó a las empresas transportadoras y obligó a los ciudadanos a vivir ayer bajo una especie de toque de queda desde Arboletes, Antioquia (donde el transporte público cesó operaciones en un 95%), hasta Montelíbano, Córdoba. Y si la parálisis en dichos municipios es ya un desafío de la banda criminal al Estado, la justificación que esgrimieron para ella también dejó perplejas a las autoridades: el bloqueo es en protesta por la muerte de Giovanny.
¿Y quién era este capo de las drogas? Un heredero de la violencia que desde hace 40 años azota, en su más moderna versión, al Urabá. A la misma región en la que hizo y deshizo la guerrilla desde los setenta y que fue bañada en sangre durante la construcción de la vía entre Turbo y Medellín. La misma en la que paramilitares del Magdalena Medio perpetraron sus primeras masacres en 1988, con auspicio del Cartel de Medellín, y en la que los de Córdoba y el Darién hicieron lo propio contra los campesinos a los que el Epl ayudó a invadir tierras. Aquella contra la que las Farc también se ensañaron en 1994 y en la que, como consecuencia de dicha presencia guerrillera, tuvo lugar la controvertida ‘Operación Génesis’, que hizo célebre al general Rito Alejo del Río por sus supuestos nexos con ‘paras’. La zona en la que, además, tras la desmovilización del bloque Élmer Cárdenas de las Auc, se consolidaron bandas criminales como ‘Los Urabeños’.
De toda esta estela de violencia fue testigo y protagonista la familia de Juan de Dios Úsuga, alias Giovanny. Él mismo hizo escuela en el negocio de las drogas de la mano de Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario. Y con semejante profesor era de esperarse que escalara rápidamente. Fue primero desmovilizado del Epl y terminó como jefe de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, una fachada con la que ‘Los Urabeños’ pretendían camuflar su verdadero negocio, que quedó bajo el mando de Úsuga tras la captura de Don Mario, en 2009.
Con la muerte de Giovanny el control de la organización queda en manos de su hermano, Darío, y de Henry de Jesús López, alias Mi Sangre, quien encabeza la avanzada del grupo criminal en Medellín, ciudad a la que llegaron hace dos años y que también fue víctima ayer del paro armado en la zona de la Comuna 13.
Al final de la tarde, el presidente Santos advirtió a través de su cuenta de Twitter: “Los intentos de las bandas por frenar la acción de las autoridades no detendrán la lucha sin cuartel contra estos grupos. Vamos con todo”. Y en efecto: ayer la Policía trasladó a Urabá a 500 de sus hombres para neutralizar el paro.