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Denunciante Bronce
 |  La bomba «spread», la última moda en los mercados ilegales de Nápoles
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 |  Conocida es la afición de los napolitanos por los petardos, la traca y los fuegos artificiales. Pero esta vez parecen haber sobrepasado todo lo imaginable. En los mercados clandestinos de Nápoles y provincia, se han puesto de moda este año algunas bombas que matan o que pueden destruir una casa. La policía las define como «armas de guerra». En la calle son conocidas como bombas «spread» (en referencia a la prima de riesgo, esa palabra que últimamente está permanentemente en la cabeza de todos los italianos). Las hay de varias formas y dimensiones, pero su potencia es siempre devastadora: equivalente a diez «cartas bomba». Su «precio» varía entre los 40 y los 70 euros, con una variante china de unos 50 euros. Para comprarla hay que ser conocido en el ambiente de ese mercado o ser introducido por alguien de confianza. Los mejores clientes, los más conocidos, son precisamente menores. En la información ofrecida por «Il Corriere della Sera», uno de sus periodistas, con cámara oculta, se hace acompañar por un menor como «cicerone». Se dirigen en primer lugar a una de los muchos puestos que en estos días navideños se encuentran en la calle, exponiendo artículos aparentemente de venta libre. El menor se dirige a uno de ellos y pide unos «cobra», que son petardos clasificados en la categoría IV de peligrosidad, la más elevada. Su venta está prohibida a menores de 18 años y para explotarlos es necesario tener licencia de armas o la autorización de la comisaría. Sin embargo, al vendedor no le importa que el «cicerone» menor que acompaña al periodista tenga solo 13 años. Después, contactan con una persona que construye bombas por encargo: «Por ejemplo, tú me dices que necesitas una bomba para derribar una casa. Y yo te la hago». Vende incluso pistolas: «Una del calibre 7,65, por 1.300 euros te la puedo dar ahora mismo». El periodista le encarga la bomba de moda, la «spread». Pasados unos días, se citan de noche en una plaza. En una bolsa de cartón, el «fabricante» lleva la bomba, que sostiene con dos manos porque es pesada, y la exhíbe orgulloso delante de todos, porque es impresionante dada su dimensión y peso. Está construida en una maceta de terracota. La Guardia de Finanzas, que ha secuestrado una similar, señala que se puede catalogar en la categoría de «armas de guerra», y por ello se le aplica una normativa especial. El riesgo es una pena de cárcel hasta 12 años. Al final del video del «Corriere», el capitán Giovanni Esposito explica la potencia de la bomba «spread»: «Tiene efectos mortales para quien se encuentra en las inmediaciones y paralizantes para quienes están en un radio de 200 metros». Las imágenes son reveladoras del efecto devastador de la explosión.
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