Iniciado por Heráclito Curiosa columna la de Carolina y uno entiende que esté harta de Bogotá, porque amañarse en cualquier ciudad es un acto de enamoramiento a primera vista. Si no sucede, es como casarse con la mujer equivocada y maldecir todos los días de su vida hasta que consigue el divorcio.
La ciudad, mi ciudad tiene muchos defectos, pero también cualidades que la hacen única. Cuando uno viaja y mucho se asombra al regreso de la belleza de sus cerros, de los atardeceres de la Sabana, de la complicidad de sus zaguanes coloniales.
Bogotá es una ciudad cosmopolita, donde se encuentra una amalgama de etnias y culturas, teatro, cine, poesía, conciertos, bibliotecas, museos, y una oferta de rumba sin límites que van desde el Goce pagano hasta la música fusión en cualquier discoteca de la Zona Rosa o vallenato ventiao por La Calera.
Universidades, centros de investigación, bellísimos parques, cine clubes, una ciudad que desde Peñalosa se comenzó a construir para la gente con su red de ciclo rutas, y la ciclovía de los domingos, pretexto para que la ciudad se encuentre a sí misma.
La ciudad la malbarató Moreno, la convirtió en un insufrible trancón, se la entregó a los corruptos y muchas cosas retrocedieron como el espacio público o la cultura ciudadana. Pero la ciudad está ahí, dispuesta a recuperarse.
Y al que nos visite, puede que se encuentre con un malgeniado, de esos que no les duele Bogotá porque sólo vinieron a sacarle provecho sin darle nada a cambio y se encuentre con la grosería o la indiferencia.
Pero también es posible que se encuentre con un bogotano, de esos cuyas familias llegaron cuando apenas era un pequeño pueblo gris y lluvioso y con cariño la fueron construyendo a través de las generaciones.
No hay muchos, pero seguramente lo atenderá como se merece y lo llevará a conocer a la Bogotá de verdad, con sus rincones maravillosos donde el pasado colonial se conjuga con el presente descabellado y un futuro prometedor.
Bogotá, como todas las ciudades no es buena ni mala. Depende del visitante descubrir su realidad con su cuota de fantasía. Les garantizo, es toda una aventura.
(Algún día nos encontraremos, Lord Mago, y le aseguro que le mostraré la otra Bogotá, la mía, la que quiero sea la de todos) |