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SlayerSlave · 05-12-2011 , 02:20:57

La aprobación en tercer debate del proyecto de reforma a la justicia —al filo de la madrugada del viernes pasado en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes— dejó un ‘sinsabor’ en el interior de las altas cortes que, según conoció El Espectador, ven en varias proposiciones avaladas a última hora un ‘tufillo revanchista’ por parte del Congreso y la clara intención de inclinar a su favor la balanza del poder. (Ver facsímiles).

Que la discusión de la reforma, hoy por hoy principal iniciativa del gobierno Santos, se ha convertido en un pulso en el que Ejecutivo, Legislativo y Poder Judicial miden fuerzas y cada uno por su lado trata de defender su predio y no cederles espacio a los otros, de eso no cabe ninguna duda. Y con el precedente que sentó el Consejo de Estado al apartarse de la discusión por considerar que el proyecto no satisface las necesidades de la rama, se suman nuevas expresiones de inconformidad que lo ponen al filo del abismo.

Lo cierto es que en los pasillos del Palacio de Justicia se dice que el jueves en la noche, los parlamentarios aprovecharon para incluir varios ‘micos’ sin que el país se diera cuenta de la magnitud de los cambios realizados. Una serie de proposiciones modificatorias que hasta ahora habían pasado de ‘agache’ y la primera de ellas tiene que ver con el cambio en la forma de elección del registrador nacional del Estado Civil, que en la actualidad, de acuerdo con el artículo 266 de la Constitución, es elegido por meritocracia por los presidentes de las altas cortes.

Ahora, con lo aprobado en la Cámara, será elegido por el Congreso, de una terna enviada por el presidente de la República, sacando de paso la función que desempeñaban los altos tribunales de la justicia como nominadoras y dejando a merced del mandatario de turno la escogencia del registrador, que dado el caso sería el encargado de la logística de una eventual reelección.

La escogencia del contralor general también sería modificada de forma sustancial, quedando completamente en manos del Legislativo. “Será elegido por la Cámara de Representantes (…) de un terna elaborada por el Senado de la República”, dice lo aprobado en el tercer debate de la reforma a la justicia. En la actualidad, es escogido por el Congreso en pleno de una terna integrada por candidatos presentados a razón de uno por la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado.

Pero los ‘micos’ no paran ahí. Otra proposición firmada por la gran mayoría de los ponentes deja también en manos del Congreso la elección del procurador general de la Nación, que de acuerdo con el texto aprobado, “será elegido por el Senado, para un período de cuatro años, de una terna elaborada por la Cámara de Representantes”. Hoy el artículo 266 de la Constitución plantea que la terna debe ser integrada “por candidatos del presidente de la República, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado”.

El Espectador consultó sobre estas modificaciones a magistrados de las altas cortes, quienes las rechazaron de tajo y aunque prefirieron no dar declaraciones para no afectar las ya tensas relaciones con el Gobierno y el mismo Congreso, sí manifestaron su preocupación y hubo quienes justificaron la decisión del Consejo de Estado de retirarse del debate. “Esto es un hecho inesperado y no entendemos por qué lo hicieron a altas horas de la noche. Los cambios van en contra del espíritu de la Constitución y demuestran la intención del Congreso de quedarse con el poder absoluto de los órganos de control”, afirmó un magistrado pidiendo la reserva de su nombre.

El representante a la Cámara de la Comisión primera Bérner Zambrano, reconoció que las modificaciones fueron incluidas al finalizar el debate, pero negó que se tratasen de ‘micos’ al señalar que “no es algo que estemos haciendo a escondidas (...) lo que queríamos era incluir el tema para abrir el debate sobre las facultades nominadoras de las cortes, que consideramos deben eliminarse porque ellas existen es para impartir justicia”.

Lo curioso es que el coordinador ponente, representante Orlando Velandia, dijo que no está de acuerdo con las proposiciones aprobadas. Y más curioso aún es que a pesar de ello las avaló con su firma. “La intención no es que el Congreso se quede con el poder de los órganos de control, pero sí consideramos necesario que las cortes se dediquen a impartir justicia y no a nominar altos funcionarios”, dijo.

Hasta ahora el tema había pasado inadvertido. El ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, agradeció el jueves mismo a los congresistas por la aprobación del proyecto: “Debo declararme muy satisfecho por el trabajo juicioso, dedicado y concienzudo que ha realizado y por el resultado que se ha obtenido”, expresó. Un concepto muy diferente al que se tiene por los lados de la Rama Judicial.

las ratas solo trabajan como deben, cuando quierer robar,,,,ahora entonces van a ser los ladrones del congreso los qque van a eligir las cabezas de los entes de control,,,,ratas