Cinco equipos retirados de Afganistán, en 2009, ahora están en Guatemala, Honduras, Belice, Haití y República Dominicana










De acuerdo con el NYT, la DEA cuenta con cinco escuadrones cuyo despliegue en Guatemala, Honduras, Belice, República Dominicana y Haití ha estado en silencio.


El programa denominado FAST (Equipos de Apoyo y Asesoría Desplegados en el Extranjero) fue creado por la administración de George W. Bush para investigar las relaciones del movimiento Talibán en Afganistán con grupos de traficantes de opio.






Los DEA-FAST son equipos élite con únicamente cinco unidades de 10 hombres cada uno, muchos de los cuales son veteranos de guerra supervisados por Richard Dobrich, un ex miembro de los Navy Seals.


Convertirse en parte de los DEA-FAST es muy difícil. Sólo la mitad de los aspirantes finaliza el entrenamiento. El resto simplemente deserta.




No obstante el contenido de los cables diplomáticos divulgados por WikiLeaks y las operaciones antidrogas en las que hay suficiente evidencia de la participación de los DEA-FAST, las autoridades estadounidenses escasamente han admitido que esos equipos sólo participan en labores de entrenamiento a las fuerzas policiales y militares del país anfitrión.


Por su parte, Plaza Pública señala que la llegada de un equipo de los DEA-FAST fue acordada por el gobierno estadounidense y guatemalteco el 19 de agosto de 2008 a través de un acuerdo firmado por el ministro de la Defensa, Marco Tulio García, y la comandante del grupo militar de Estados Unidos en Guatemala, Linda Gould.


De acuerdo con el periódico guatemalteco, la intención era crear dos grupos similares a los Boinas Verdes: uno de kaibiles y otro de policías, cada uno compuesto de 12 hombres especializados en inteligencia, manejo de todo tipo de armas, cifrado de comunicaciones y hacerlos expertos en manejo de explosivos.



En pocas palabras, grupos preparados para la guerra.


Entre los efectos más notables del entrenamiento de las fuerzas guatemaltecas por parte de los DEA-FAST destaca la captura de Juan Alberto Ortiz López, alias "Chamalé", el 30 de marzo anterior.


A Chamalé, Estados Unidos lo acusa de traficar más de tres mil 200 kilogramos de cocaína utilizando la vía marítima; también es señalado de inundar de laboratorios de droga sintética la frontera entre Guatemala y México.



La participación de los DEA-FAST en la , según el NYT y Plaza Pública, fue evidente, pues en las fotografías sobre su arresto, el presunto narco es escoltado por un hombre alto (imagen abajo), pelirrojo con gafas y un fusil M-16: un agente de la DEA, agencia que le seguía los pasos desde 2001.



Asimismo, el mayor Art Garffer, miembro del equipo DEA-FAST en Honduras, consignó en el número 23 de la revista del Ejército estadounidense de julio-agosto de 2010 que los equipos de su país sí han participado en operaciones contra el narcotráfico en Guatemala.


El NYT consigna que la justificación para el ingreso de los DEA-FAST en Latinoamérica ha sido precisamente el "éxito de Afganistán".



"Las capacidades únicas de FAST se han desplegado para apoyar la misión en Guatemala, Honduras, Belice y Panamá", dijo en mayo de este año Thomas Harrigan, jefe de operaciones de la DEA.


Harrigan añadió que en Guatemala y Panamá hay unidades de "investigaciones sensibles" contra los grupos locales de traficantes de drogas, químicos, armas y dinero.


En la nueva estrategia que EE.UU. libra contra las drogas, hay voces *******antes indicando que tales acciones lo que hacen a la postre es recrudecer la violencia, pues al capturar un capo, surge una lucha de poder para ocupar el lugar de aquel o las organizaciones de atomizan, como ha sucedido en México.


Sin embargo, la revelación de las operaciones de los DEA-FAST en Guatemala y Honduras, aunque fuera sólo a nivel de entrenamiento de las fuerzas de seguridad locales, revela la preocupación de los Estados Unidos por enrumbar recursos destinados inicialmente a combatir al terrorismo, como lo son los cinco equipos FAST, a la "guerra" contra las drogas en Centroamérica.


No obstante la amenaza que el narcotráfico también representa para El Salvador, los DEA-FAST sólo mantienen presencia en Honduras y Guatemala donde la disputa entre cárteles mexicanos por controlar las rutas del narcotráfico ha evidenciado más derroche de violencia.









fulldetalles+fuente:http://www.elsalvador.com/mwedh/nota...&idArt=6418864