 Respuesta: Fórmula del Senado para la gasolina, dejaría el galón en $6.500
A mí me gusta mucho porque me ahorraría unos buenos pesos, pero me encontré un artículo que puede hacer pensar un poquito.
Con el perdón de Barto, lo posteo aquí para no hacer spam, pues se relaciona directamente con este tema:
EL ROBIN HOOD COLOMBIANO
La leyenda pop de Robin Hood lo retrata como un rebelde forajido. Robin se refugia en el bosque y con artimañas creativas roba a los ricos para repartir el botín entre los pobres, excepto el licor. Este se queda para ser consumido entre su pandilla en donde se destaca un hombre alto bonachón y guerrero, un sarraceno resentido, un sacerdote alcohólico y unos mugrosos jovencitos.
La labor de un buen congreso debería ser parecida a la de la pandilla del alegre rebelde del bosque de Sherwood. Crear leyes que construyan una sociedad con equidad distribuyendo recursos de la población más pudiente hacia la menos. En la época moderna esto se hace con esquemas tributarios progresistas y con un diseño de buenos programas sociales. Imaginémonos a los parlamentarios llegando sin bañarse el martes (el lunes están en las regiones), se encuentran y se abrazan a la entrada blancos, negros, representantes de las regiones y de las religiones debaten arduamente y expiden una ley para que efectivamente el Estado recaude recursos suficientes para dotar a la población más pobre de una infraestructura de oportunidades y bienestar. Salud, educación, movilidad, tiempo libre de calidad, alegría y oportunidades de empleo. Después de repartir el botín en buenas leyes, se van a los bares de La Candelaria y se emborrachan hasta el jueves cuando regresan a sus regiones con un guayabo monumental pero con merecida satisfacción.
Así no funciona. En el día de hoy el Senado radicó una ley para reformar la fórmula de precios de la gasolina. Esto en la práctica lleva a una reducción de $ 2.000 pesos por galón. La brillante idea tiene como elemento fundamental plantear que el precio de la gasolina (sin los costos de transporte, almacenamiento y distribución) debe ser el promedio entre el costo real de producción y el costo de importar gasolina. Los precios de repente y por ley, no son función de la demanda y la oferta, que en la gasolina se notan con agregados mundiales. El Congreso considera que debe haber un justo medio para que el productor no gane lo que pudiese y el consumidor pague un poco menos de lo que debiese. Este mecanismo, de pagar menos de lo que el mercado ha fijado afecta al productor de gasolina. Un galón de gasolina que pudiese venderse a consumidores externos a un precio mayor se vende en menos en virtud que es a los colombianos.
¿Que debería hacer el vendedor de gasolina ante este dilema? ¿Actuar como un siervo torpe y perder dinero, o vender su producto a otros mercados? ¿Qué Ecopetrol quieren los 450.000 accionistas minoritarios y los demás colombianos accionistas a través de la Nación? ¿La pregunta a Colombia es, ustedes quisieran que Ecopetrol, su patrimonio, pierda dinero o que venda al mejor precio y contar con mayores dividendos? Por supuesto, la actitud de Ecopetrol debería ser vender al exterior y desabastecer a Colombia. Como el abastecimiento de gasolina es estratégico para el país, el gobierno entonces haría lo que viene haciendo hace años. Cobrar a los consumidores un precio menor y pagar a Ecopetrol su costo de oportunidad, pero ahora con menos recaudos y más gastos. Alguien paga la diferencia siempre. O es a través de un desabastecimiento o es a través de mayores erogaciones al presupuesto nacional. Ahora la pregunta: a quién afecta esta disminución de precio y aumento de subsidios.
En Colombia solamente el 15% de los hogares urbanos tienen automóvil. De este 15%, el 83% pertenece al 40% con ingresos más altos en el país. Cuándo se disminuye el precio de la gasolina es esta población la que termina siendo beneficiada. Hagamos unas cuentas.
Una familia con ingresos altos en Colombia, de $ 10 millones al mes (que está en el 20% de ingresos más altos del país) tiene dos carros y consume 100 galones de gasolina al mes. En Bogotá esto les cuesta $ 850 mil. Con algo de prudencia y juicio esta familia ahorra el 20% de sus ingresos en el mes. Gasta entonces en total $ 8 millones de los cuales $ 850 mil es gasolina y del saldo de $7.150.000 un 5.6% (según estadísticas del DANE) está relacionado con el costo de combustibles, $450 mil adicionales. En conclusión el 13% del ingreso de esta familia se gasta en bienes con relación directa e indirecta con la gasolina y diesel. En caso en que se disminuya el precio $ 2.000 pesos por galón esta familia tiene entonces un ahorro de $ 284.000 al mes. Con esto, esta familia, tiene suficiente dinero para comprar un Chevrolet Spark con las nuevas promociones en plazo y tasas que ofrece la Chevrolet. A los ricos el Congreso les regala un nuevo carro con esta ley.
La familia pobre. El ingreso familiar mensual es de $ 1 millón, no tiene automóvil y no alcanza a ahorrar. El gasto directo relacionado con combustibles es de $ 18 mil al mes (según estadísticas del DANE) y el indirecto es de $ 55 mil (el 5.6% de sus otros gastos). El 7% de su ingreso se gasta en bienes con relación directa e indirecta con la gasolina y diesel. Con la disminución de $ 2.000 pesos por galón esta familia tiene un ahorro de $17.000 pesos al mes. Esto es 11 Sparkies al mes. El Congreso regala 11 Sparkies al mes al pobre. Todos tienen su Spark.
A pesar que el gobierno viene aumentando los precios de la gasolina desde hace años, aún los precios al consumidor no se equiparan con el costo de oportunidad de exportación. Esta diferencia ha costado $ 7.6 billones de pesos del 2004 al 2008. Estos recursos equivalen a siete años de subsidios eléctricos para todo el estrato 1 y 2 del país, 908.00 cupos escolares por 7 años, 2.8 millones de cupos al régimen subsidiado de salud por 7 años y 3.4 rutas del Sol. Todos estos beneficios se han perdido. Los pobres los han regalado al 15% de la población que tiene automóvil. El Congreso quiere perpetuar y profundizar esta desigualdad. Nuestro congreso es Hood Robin. Hay otras maneras para solucionar este problema. Menos torpes, menos inequitativas.
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