La noticia es de la semana pasada pero veo cuya importancia es considerable para estos momentos.
Rara vez el escuadrón antidisturbios de la Policía -Esmad- disuelve protestas de estudiantes de una IES privada. Lo hizo con los de la Universidad Incca, que no halla respuesta en sus directivas a rumores de programas sin registro, baja calidad, problemas de gestión y concentración de poder en el rector Enrique Conti Bautista y su familia, entre otros aspectos.
Algo pasa en la Universidad, que no se habla sobre el tema y el MEN no se pronuncia al respecto.
Así mismo, se habla de una millonaria deuda de parte de la institución con Colpatria, que tendría un representante en la dirección de la institución (Perdomo), y que se tramitaría un millonario préstamo.
Aunque la Universidad lo ha desmentido, no se hallan los registros calificados públicos de la oferta de pregrados en el municipio de Sopó, Cundinamarca. Allí promociona las carreras profesionales de Derecho, Psicología, Administración de Empresas, Cultura Física y Deporte, Ingeniería de Sistemas, Ingeniería de Alimentos e Ingeniería Industrial, en un convenio en Sopó, sin registro SNIES. También se habla de la negación de otros registros calificados. El MEN no autorizó para Sopó la Licenciatura en educación prescolar y la licencuatura en lenguas modernas.
Mediante la Resolucion No. 162 de 2011 el MEN negó a la Universidad el ofrecimiento de la Licenciatura con énfasis en lenguas modernas, que tenía más de 40 años de funcionamiento. Así mismo se menciona el ofrecimiento de una Maestría en convenio con la Universidad de Paul Valéry de Montpellier, Francia, también sin registro en Colombia. El programa de Ingeniería Industrial también se ha visto envuelto en problemas con el MEN.
El fundador de la Incca y la actual dirección
Jaime Quijano Caballero (q.e.p.d.) fue el único fundador, presidente, rector y representante legal de la Universidad Incca de Colombia (1955). Los estatutos originales le conceden la presidencia vitalicia del claustro de electores. Podía “introducir en cualquier tiempo por sus propias iniciativas y autoridad, y dentro del margen del orden jurídico nacional, las modificaciones que considere necesarias a los estatutos, sin sujeción a los trámites previstos”.
Quijano ejercía el derecho de veto como fundador y de nombrar electores vitalicios, dejando establecido que en vida del fundador no operaría el sistema de cooptación. Al fallecer el fundador, su familia, integrada por su esposa e hijos legítimos, tenía derecho a una “pensión vitalicia mensual equivalente a las 4/5 partes de la remuneración que devengue el rector”.
En la actualidad, y después de innumerables pleitos y luchas internas por el poder, la familia de Quijano no tiene protagonismo alguno en la Universidad, que está bajo el control de Enrique Conti y su familia, desde hace cerca de 15 años.
Según ha conocido El Observatorio, además de sus millonarios ingresos por diversos conceptos por parte de la Universidad (de cerca de 40 millones al mes), Conti actúa como Presidente, Rector, Representante Legal, Asesor Externo, Pensionado de la Universidad, Pensionado del Seguro Social y hasta prestamista de la Institución.
Parte de su familia recibe dineros de la Universidad. Se mencionan tres hijos (Carolina, Sergio e Iván Enrique), dos hermanos (Raúl Ernesto y Julián Darío) y una nuera (Claudia Fernández).
A pesar de que los estatutos señalan que "al cumplir 70 años, los Miembros del Claustro Vitalicio de Origen harán dejación de sus funciones, ya en la Presidencia de la Universidad, ya como Miem*bros Titulares del Claustro de Gobierno" (art. 32), Conti sigue al frente de la institución, no obstante supera esa edad (77 años).
Fuente: Observatorio de la U. Colombianas