Estabamos visitando ese viernes (creo) a una amiga cuya madre había sido secuestrada por la guerrilla el día anterior. Agluien nos interrumpe para que prendamos el televisor para ver lo que pasa en New York. No volvimos a acordarnos de la señora secuestrada en toda la mañana. Hasta el día de hoy todavia nos sentimos como un c..., fuimos a acompañar a alguien en su dolor y lo primero que hicimos fue olvidarnos de este.

Desde un principio tuvimos la sensación que al mundo arabe se le venía una tormenta encima.