Al término de la marcha, CM& durante un recorrido por el centro de la ciudad, fue testigo de la gravedad de los daños y de la forma como las fachadas de todas las edificaciones, sobre todo en el centro de la ciudad, fueron afectadas al punto de generar la impresión del más dramático abandonado.
El centro de la ciudad tras la protesta cambio de color, ahora luce como un sitio abandonado.
Los mensajes escritos en los muros mensajes representan para algunos el corazón de la protesta.
Ataques con pintura y miles de grafitis a lo largo de más de 4 kilómetros, revelan el rechazo de los manifestantes a la reforma educativa que promueve el Gobierno Santos.
Medios de comunicación, entidades bancarias, entidades estatales y privadas fueron agredidas.
La población rechazo el ataque al patrimonio público, asegurando que eso más que una protesta eran hechos de total vandalismo, y los calificaron como una agresión a la ciudad.
La Personería de Bogotá fue para la mayoría de participante, el blanco perfecto para desahogar su ira.
De inmediato decenas de cuadrillas conformadas por aseadores de varias entidades de la ciudad iniciaron las labores de limpieza.
Concluimos nuestro recorrido donde terminó la marcha, el panorama empeoró aún más. El Palacio de Justicia al final fue el lienzo donde los manifestantes plasmaron su indignación.
La administración distrital llevará acabo mañana una reunión extraordinaria para analizar la situación y con los videos registrados por las cámaras de seguridad, tratar de dar con los responsables.
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