Es sabido que nada saldrá bien si uno piensa que va a salir mal. El primer paso antes de cualquier acción es creer de una manera definitiva y profunda en lo que se está por hacer.
Acercarnos a uno ser humano genera en las personas tímidas o introvertidas una serie de miedos que incluso en los casos mas graves llegan a manifestarse físicamente: sudor frío, opresión en la garganta, malestar estomacal, pérdida del habla, etc.)
Todos estos síntomas son generados por un mismo factor: la timidez. Para vencer la timidez y poder llegar a otra persona lo primero que debemos saber es que nuestra timidez tiene un límite, y que alcanzado ese límite los síntomas empiezan a retroceder. Ahora bien si al momento de acercarnos a otro ser humano notamos algún tipo de timidez, miedo o incomodidad física, lo que debemos hacer es retrasar el encuentro unos minutos y esperar a que el miedo o timidez cedan. Si estás en el mismo lugar que la persona con la que deseas interactuar espera mirándola. Así podrás, mientras te tranquilizas, observar que es solo un ser humano como tu y que nada va a sucederte porque te acerques a el/ella y le hables. Este es el momento donde la fe en uno mismo entra en acción.