Ambos aceptaron haber operado equipos de interceptación telefónica que recopilaba información privilegiada de defensores de derechos humanos, periodistas y líderes opositores a través del G-3, una unidad creada al interior del organismo de inteligencia, que lideraba el seguimiento ilegal.
Así las cosas, admitieron haber hecho parte de esta estrategia de seguimiento en 2004, obteniendo datos sobre sus perseguidos que luego eran transmitidos a la subdirección de Inteligencia, en cabeza de Carlos Alberto Arzayús.
“Además, perpetraron conductas como punibles atentatorias de los derechos a la intimidad como interceptación ilícita de comunicaciones telefónicas, móviles y electrónicas de las víctimas para las que utilizaron los equipos de la entidad y efectuaron seguimientos arbitrarios e injustos a los aludidos personajes”, sostuvo el Juzgado.
Los dos se declararon culpables de los cargos de violación ilícita de comunicaciones, utilización ilícita de equipos transmisores, abuso de autoridad y concierto para delinquir agravado.
Con la aceptación de cargos por parte de Duarte y Villalba, ya son cinco los exfuncionarios del DAS que aceptan haber integrado una plataforma dedicada a efectuar seguimientos ilegales en contra de algunas personalidades reconocidas por haberse opuesto a las políticas que durante su Gobierno puso en marcha el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Por los mismos hechos ya fueron sentenciados el ex jefe Inteligencia Jorge Alberto Lagos, el de contrainteligencia del Fernando Tabares y el ex subdirector de Análisis, Gustavo Sierra.
FUENTE: EL ESPECTADOR