un tribunal de Florida ha declarado Casey Anthony no culpable del homicidio de su hija de dos años, Caylee Marie Anthony, después de que se hallaran indicios de que la joven habría podido matar a la niña suministrándole cloroformo y amordazándola con cinta adhesiva para irse de fiesta con sus amigos. Las siguientes fotos (algunas tomadas mientras su hija estaba desaparecida) atestiguan que, efectivamente, a Casey le gustaba el cachondeo.