En medio de un fuerte enfrentamiento con la Iglesia católica,el presidente nicaragüense encabezará los festejos a 32 años de la rebelión que forzó la caída de Anastacio Somoza en un acto más partidario que cívico


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Daniel Ortega, líder del izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y sus seguidores se congregarán al anochecer del martes en la Plaza de La Fe, centro de Managua, para rememorar la victoria popular encabezada por los guerrilleros sandinistas el 19 de julio de 1979.

La celebración tendrá un marcado carácter electoral debido a la inminencia de los comicios de noviembre, en los que el mandatario -habilitado por una polémica decisión de un tribunal afín al Gobierno- buscará su reelección. En ese sentido, el dirigente sandinista Tomás Borge, uno de los organizadores del acto, admitió que, a diferencia de otros años, no habrá personalidades extranjeras invitadas; la figura central será la de Ortega.

"Nos reunimos aquí cada 19 de julio y este 19, en particular, a ratificar esas rutas de derechos recuperados, de dignidad recuperada, de orgullo nacional revivido", manifestó, por su parte, la vocera presidencial y primera dama, Rosario Murillo.

Murillo consideró que "es una fiesta de todos". "Es el establecimiento de la democracia en Nicaragua, la recuperación de la libertad, independientemente de que fueron luchas vanguardizadas por el FSLN, son luchas y victorias de todo el pueblo nicaragüense", dijo la esposa de Ortega.

El acto será precedido en la noche del lunes al martes por vigilias acompañadas de música testimonial y de la campaña sandinista en diversos barrios y ciudades.

"Desfiguran a Dios"

Murillo se refirió, días atrás, a la celebración sandinista como una "misa revolucionaria". La expresión despertó el rechazo de la Iglesia católica, que indicó que el "pueblo inteligente" no se dejará engañar por quienes "desfiguran a Dios" con sus palabras.

El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, quien calificó las palabras de la primera dama como una "ofensa gravísima", agregó: "Jesús sabe que el pueblo tiene una inteligencia crítica, una capacidad de comprensión y un discernimiento espiritual extraordinario para no dejarse engañar ni manipular".

"La única fe es la fe de la Iglesia en el Dios verdadero revelado por Jesús", destacó Báez, en un mensaje aparentemente destinado al intento sandinista de hacer de Ortega una figura de culto.