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Denunciante Bronce
 |  Las razones de Obdulio
Calificación: de
5,00
 | Las razones de Obdulio
Por: DANIEL CORONELL
10 de Julio del 2011
Señor Director:
En octubre del 2009 publiqué en la revista Semana dos columnas que demostraban que Carlos Alberto Gaviria Vélez, hermano de José Obdulio Gaviria, lavó millones de dólares para el cartel de Medellín. Lo hizo a través de depósitos en bancos de Suiza, Luxemburgo, Gran Bretaña, Estados Unidos y Colombia. De una de esas cuentas salieron los dineros que la mafia usó para pagar el asesinato de don Guillermo Cano.
También mostré evidencias que prueban que Carlos Alberto Gaviria trató de quedarse con 1.600.000 dólares de su primo el capo Gustavo Gaviria, abatido en un operativo de la Policía. Las columnas enseñaban los documentos de apertura de algunas de las cuentas y el pasaporte del hermano de José Obdulio, usado en uno de los cuantiosos movimientos. Además, la empresa fachada del capo Gustavo Gaviria, llamada Nolexland, tenía registrada como dirección postal el apartado aéreo del señor Carlos Alberto Gaviria. Ese hallazgo hace parte de una operación llamada C-Chase efectuada por el servicio de aduanas de los Estados Unidos.
Desde ese momento, la malquerencia de José Obdulio Gaviria hacia mí se incrementó. Lo que era malo empeoró, porque realmente tampoco me perdona haber hecho público que su esposa, Carmen Mira, tenía puesto en Invías durante el período más corrupto de esa entidad. Ni que existiera mención de su hijo (posterior diplomático en Italia y México) como una de las cuotas politiqueras en la misma época en la que la cancillería colombiana se convirtió en caja menor de la reelección. Tampoco le resulta grato que me haya referido a la vinculación de otros dos hermanos suyos, Luis Mario y Jorge Fernando, con el narcotráfico. Por todo eso no me asombré cuando José Obdulio Gaviria empezó a aparecer en las investigaciones judiciales como presunto partícipe de las interceptaciones y seguimientos ilegales contra varias personas, entre quienes estoy. Mucho han buscado enlodarme y como no han podido, ahora el señor Gaviria -basándose en la publicación de un portal con deficiente investigación- trata de poner en duda la forma como se escribe mi apellido para demostrar que yo me inventé la segunda ele con la que finaliza.
Cuando esa publicación apareció la semana pasada -con el pretexto de hacerle un homenaje a mi papá-, les mandé los documentos que prueban la ortografía de nuestro apellido. La cédula de mi padre y mi registro civil, protocolizado tres días después de mi nacimiento. En los dos papeles aparece el apellido con doble ele. Es decir, la alteración pretendida por José Obdulio para falsear mi origen en una autobiografía que no conozco, la habría efectuado 72 horas después de haber nacido. En la tumba de mi abuelo, que fue sepultado cuando yo tenía cinco años, también aparece la doble ele.
Quiero mucho a mi padre, araucano como el que más, aunque las circunstancias de la vida no me hayan permitido crecer a su lado. José Obdulio, en medio de su campaña contra mí, quiere hacer aparecer la condición de llanero como excluyente de la de judío. Debo decirle que estoy orgulloso de las dos. Soy llanero por mi papá, aunque nací en Bogotá, y soy judío por una convicción que va más allá del tema religioso. Sobre el origen judío de mi apellido hay abundantes pruebas que en todo caso resultan innecesarias porque, como lo reitero, se trata de mi propia determinación.
No he sido, como dice José Obdulio, presidente de la comunidad judía. Fui en cambio presidente de la oficina de relaciones humanas de la Comunidad Judía de Bogotá y me enorgullezco de haber luchado y seguir luchando contra el antisemitismo y por la tolerancia hacia diversos credos y orígenes. Nada de lo que digan o hagan el señor José Obdulio Gaviria y sus amigos va a impedir que siga cumpliendo con mi deber mientras siga con vida.
Enlace: http://www.eltiempo.com/opinion/colu...ulio_9865129-4
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