Un auténtico fan de algo, de lo que sea, lo es siempre, en todo momento, en todo lugar y hasta las últimas consecuencias.

Aunque ello implique tener una maceta pintada en la pared, con todos sus píxels, detrás de la taza del WC o una papelera con forma de chimenea. Y todo ello por recrear en el aseo el mítico mundo de los consoleros mundos de SuperMario. Y aún hay más.

Debe ser extraño estar en ese íntimo momento de recogimiento en el que damos rienda suelta a las excrecencias de nuestro interior y sentir que en cualquier momento te va a dar un arrebato de saltar a darle cabezazos a unas monedicas doradas que flotan en el aire sobre ti o que setas de acechantes ojos te van a cortar el rollo en tus deposiciones.



Es lo que puede pasar si llegas a conocer a la propietaria de este curioso aseo tematizado para hacerte creer un visitante de los videojuegos de SuperMario, con todo detalla, hasta las toallas que utilizas para secarte las manos antes de abandonar el WC, acertadamente conteniendo las palabras game over.