El hecho se presentó este domingo en la mañana




El alcalde de Palmira, Raúl Arboleda, adelantó personalmente en la morgue las diligencias de reclamación del cuerpo de su chofer.



En la mañana de este domingo y al parecer mientras jugaba la ruleta rusa perdió la vida Jacobo Balanta Mazuera, de 41 años de edad, natural de Zarzal, y quien desde hace casi cuatro años trabajaba como conductor del alcalde de Palmira, Raúl Arboleda Márquez.

Los hechos se registraron a las 6:30 de la mañana, en una residencia del conjunto cerrado Urbanización Campestre, ubicado en la calle 42 A con carrera 9A, al oriente de la ciudad, donde Balanta vivía desde hace nueve años con sus padres y un hermano ingeniero electricista.

Pablo Adolfo Balanta, padre de Jacobo, explicó que su hijo vivía en el segundo piso de la vivienda, una construcción de tres niveles, con su actual compañera sentimental.

Sin embargo, agregó que el fatal incidente que en el que su hijo perdió la vida se presentó en la casa de unos amigos, a pocos metros de la suya, donde solían reunirse con varias amigas a tomar licor y conversar.

“Nosotros vivimos en la Calle 43 A y el incidente fue en la Calle 43 C. Lo que sabemos es que él estaba jugando la ruleta rusa y él mismo se disparó, claro que eso está en investigación. Fue en el antejardín de una casa vecina, donde estaba de farra con un grupo de amigos y amigas”, reveló don Pablo Adolfo quien indicó que hacia las 6:30 de la mañana escuchó un disparo y vio pasar al vigilante de la unidad. Minutos después llegó la ambulancia y la policía.

“Fui a ver qué sucedía pero ya lo habían levantado y llevado al hospital San Vicente donde falleció”, señaló el progenitor quien anotó que su hijo era una gran persona, con un noble corazón y muy generoso.

“Él llevaba trabajando con el alcalde Arboleda Márquez desde que empezó su período. Era un muchacho muy responsable y le manejaba la camioneta blindada. Era tanta la confianza que le tenía el Alcalde, que el vehículo mantenía acá, en la urbanización , pero apenas lo llamaban, él salía, sin importar la hora”, subrayó don Pablo Adolfo.

Balanta, quien falleció al provocarse una herida de bala en la sien del lado derecho, dejó una niña de 8 años de edad producto de sus años de convivencia con la enfermera Lorena Plaza.

Sus restos fueron velados en la funeraria Santa Isabel y sus honras fúnebres se cumplirán mañana lunes, a las 3:30 de la tarde, en el cementerio Jardines del Palmar


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