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Denunciante Bronce
 |  El revés del Derecho
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5,00
 | El revés del Derecho
Miércoles, 08 de Junio de 2011 00:00
Por FERNANDO NAVAS TALERO
“Confusión generada por una cultura jurídica esnobista”
“LOS problemas constitucionales no son, primariamente, problemas de Derecho, sino de poder” (Lassalle). La visión apocalíptica del Presidente y las pataletas del Procurador, porque las Cortes les dan sentido práctico a las normas acuñadas en la conmemorada Carta del 91, son la consecuencia del revés del Derecho.
Dice Juan Manuel que los fallos de la Corte Suprema en el caso de los computadores de Reyes, y el del Consejo de Estado en el de “Las Delicias”, (Putumayo), que juzgan acciones de las Fuerzas Armadas, los respeta y acata, pero que espera que lo ganado en el campo militar no se pierda en los estrados judiciales.
La historia enseña que los conflictos entre el legislador y el juez se resuelven a favor del más fuerte y el más fuerte es el que hace la ley y tiene la fuerza. Con todo, en estas épocas de confusión, la ley no siempre es lo que ella dice, sino lo que predica su intérprete. Por eso el Savonarola Ordóñez apela a su propia lectura de los textos constitucionales para rectificar a la Corte y Juan Manuel pide a los jueces mayor ponderación del Derecho.
Para rectificar sentencias de la Corte Constitucional, en el pasado inmediato, el constituyente áulico y adulador, a pedido del reformador, promovió enmiendas aprobadas al vaivén de la improvisación y los juristas improvisaron interpretaciones, afanados por imponer su megalomaniaca voluntad y así, a este ritmo delirante, las leyes aumentan en la misma proporción en que aumenta la corrupción de la República.
En la confusión generada por una cultura jurídica esnobista, el Derecho cae en el jeroglífico de una Torre de Babel construida por una elite de prestidigitadores que escriben a dos manos tratados de citas pedantes, textos que no forman y sí desinforman al inocente aprendiz de leguleyo, que sólo ve el revés del Derecho y lo aprende para arribar con el poder de la retórica y no para promover y buscar la Justicia.
El Magíster Iuris es vedette de noticieros y conferencista a destajo en congresos de avestruces y las facultades de Derecho emulan por el rating mientras que la comunidad estudiantil colecciona títulos para competir en el mercado laboral y no para proponer soluciones auténticas que contribuyan a la Salud y la Paz de la Patria.
La familia, la religión, la autoridad, el Estado y las instituciones madres del Derecho caen en desuso y la ley se convierte en la panacea, porque en últimas no es la fuerza de su razón sino la razón de su fuerza la que se impone por encima de las decisiones que se notifican en los estrados y no en los altavoces del discurso político.
Seguramente que por esa última causa son los jueces ahora tan locuaces y el Derecho se transforma en repertorio y se cambia, sin tropiezos, al compás de los aplausos del venerable. La Constitución ha muerto.
Enlace: http://www.elnuevosiglo.com.co/edito...l-derecho.html
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