Denunciante Avanzado
 | "No voy a dejar de exigir justicia"
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 | El caso de secuestro, tortura y agresión sexual a la periodista Jineth Bedoya, ocurrido hace once años, se tramitará ahora internacionalmente. 
Hace 11 años, cuando tramitaba su ingreso a la cárcel La Modelo, donde había pactado una cita periodística con el paramilitar Mario Jaimes, conocido como El Panadero, para aclarar informaciones divulgadas por este diario, la periodista Jineth Bedoya fue secuestrada durante 16 horas, torturada física y sicológicamente y violentada sexualmente por sus captores. Desde entonces, la Fiscalía abrió un proceso que sigue en etapa preliminar. Por eso, ayer Jineth, decidió llevar su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Con el apoyo de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) y la organización Oxfam y su campaña “Violaciones y otras violencias: saquen mi cuerpo de la guerra”, la periodista Jineth Bedoya señaló a la Fiscalía de haber sido negligente para aclarar su caso durante una década, y que ya no quiere más palmadas en la espalda invocando solidaridad. Ahora exige justicia y que la sociedad colombiana sepa de una vez por todas todo lo oscuro e ilegal que se movió en la cárcel Modelo de Bogotá, entre los años 1999 y 2002.
Jineth Bedoya agregó que hoy está más dispuesta que nunca a encarar y aclarar el caso que le cambió su vida, y que prueba de ello es que el pasado 5 de mayo cumplió la cita que hace 11 años no pudo realizar. En la cárcel de Bucaramanga, en respuesta a una llamada de El Panadero, Jineth Bedoya se encontró con él y escuchó su versión de los hechos. La periodista omitió revelar el contenido de la entrevista, pero manifestó que aunque aún no sabe si pueda darle el perdón que le pidió, lo que sí pudo fue mirar a la cara e interrogar a uno de sus presuntos verdugos.
El presidente de la Flip, el periodista Ignacio Gómez, criticó lo sucedido judicialmente en el caso Jineth Bedoya y expresó que al Estado le hubiera resultado más económico haber pagado un buen investigador para que ayudara a aclarar la verdad de lo sucedido, en vez de 11 años en que le ha prestado a la periodista el servicio de escoltas. Y agregó que, lejos de la verdad, la realidad de Jineth Bedoya hoy se caracteriza por las mismas limitaciones que hace una década. Sigue escoltada y el miedo es el mismo, precisamente por falta de justicia.
A su vez, el vocero de Oxfam, Alejandro Matos, agregó que el caso de Jineth Bedoya es determinante porque no sólo fue una agresión contra una periodista en particular, sino contra los derechos de las mujeres y la libertad de expresión. “El estado de impunidad en que se encuentra el caso debe ser motivo de vergüenza para las autoridades competentes”, añadió Matos, quien hizo saber que la organización acompaña a la periodista en su demanda internacional y que considera su lucha como la de muchas mujeres colombianas que han sido abusadas y viven en silencio.
El abogado Pedro Vaca, quien en representación de la Flip apoya a Jineth Bedoya en su búsqueda de justicia, demostró que en 11 años el expediente radicado con el número 807, que corresponde al caso Jineth Bedoya, ha tenido más del 64,6% del tiempo sin actuación alguna. Además, en más de una década no ha existido una sola vinculación al caso, pese a que desde el 2 de junio de 2000, una semana después de su secuestro, la periodista está amparada por medidas cautelares solicitadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Los hechos que generaron la agresión contra Jineth Bedoya se originaron en los informes periodísticos que documentó para el periódico El Espectador a partir de 1999, en especial la muerte de 26 internos durante una batalla campal que tuvo lugar en la cárcel Modelo el 27 de abril de 2000. A raíz de sus publicaciones, tanto ella como otros periodistas del diario fueron amenazados. Con el aval de las autoridades, Jineth promovió un encuentro con los paramilitares recluidos en la cárcel para demostrar la seriedad de su ejercicio profesional.
En la mañana del jueves 25 de mayo de 2000, cuando tramitaba su ingreso a La Modelo, fue abordada por un desconocido que le aplicó un sedante, la condujo a una casa cercana y después, con otros individuos, la sometió a tratos degradantes. Después de una incesante búsqueda de la comunicadora, cuando el periódico constató a través de la Fiscalía que ella no ingresó nunca al centro penitenciario, fue abandonada en un sector despoblado a pocos kilómetros de Villavicencio, donde fue auxiliada por unidades de la Policía.
A pesar de la gravedad del hecho y que, además de la agresión a Jineth, del caso se derivó también el exilio de los entonces periodistas de El Espectador Ignacio Gómez y Hollman Morris, la investigación de la Fiscalía nunca avanzó satisfactoriamente. Por el contrario, como lo destacó el abogado Pedro Vaca, cayó en una inactividad cercana a la impunidad. Por esta razón, se decidió que el caso sea conocido por el sistema internacional de los derechos humanos, a través de una demanda contra el Estado colombiano y su falta de justicia.
Sólo hace dos semanas el fiscal que investiga el caso ordenó recibir una versión libre al general (r) de la Policía Leonardo Gallego Castrillón, quien para la época de los hechos oficiaba como director de la Dijín. El exoficial ha sido mencionado en diversas declaraciones y el ya fallecido periodista Manuel Vicente Peña lo señaló en su último libro como uno de los gestores del secuestro de Jineth Bedoya. Ayer, ella no aportó comentarios sobre el tema, pero cerró su intervención diciendo que la verdad de su caso es lamentablemente un escándalo. Una laboriosa y aguerrida periodista
Egresada de la Universidad Central, esta periodista bogotana lleva 16 años ejerciendo el oficio con notable actividad. Se inició en el programa institucional de emisión radial Magazín Centralista, luego se vinculó a RCN Radio, donde empezó a realizar sus reportajes sobre el universo de las cárceles colombianas.
En 1999 se vinculó a El Espectador, donde desarrolló una eficaz reportería en asuntos de orden público y su pasión de siempre: el mundo de las cárceles. En cumplimiento de esta última labor, fue víctima del secuestro y otros delitos tras una fallida entrevista el jueves 25 de mayo de 2000.
En el año 2002, la comunicadora Jineth Bedoya Lima se vinculó al periódico El Tiempo, donde hoy ejerce como subeditora judicial. Además es autora de los libros Diario de un combate, En las trincheras del Plan Patriota, La pirámide de David Murcia, Te hablo desde la prisión y Vida y muerte del Mono Jojoy.
Fuente: http://www.elespectador.com/impreso/...xigir-justicia
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