La agudización de su crisis y del panorama en Grecia provocó que su riesgo país llegara el lunes a su
máximo histórico de 260 puntos. Días atrás no superaba las 200 unidades
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Aunque el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero
no quiera admitirlo públicamente, en los últimos días, las defensas del país ibérico para enfrentar la peor crisis de su historia se han visto
seriamente debilitadas.
A esto hay que sumarle que
el deterioro de la situación en Grecia arrastrará en forma inevitable a otros dos socios de la Unión Europea en graves problemas, como los son
Irlanda y Portugal. Y como si todo esto fuera poco, hay que recordar que
España es la acreedora de un tercio de la deuda externa portuguesa...
Este preocupante escenario provocó que la semana pasada la nación de los ahora famosos "indignados" quedara
en el top-ten de los países con el mayor riesgo de bancarrota en todo el planeta. Un indeseable privilegio que comparte con sus tres socios europeos ya mencionados,
de acuerdo con la tasa que pagan por los
credit default swap (CDS), o seguro para cubrir el riesgo de impago en el mercado internacional.
Si bien la distancia que separa a España del trío de naciones del Viejo Continente virtualmente quebradas
es significativa, el desempleo del 20% y un muy débil crecimiento del 0,3% hacen que la deuda ibérica
no sea un tema fácil de resolver.
Además, el resultado electoral del domingo pasado con un amplio triunfo del Partido Popular (PP)
no contribuye a mejorar el panorama. Se cree que los generalizados cambios de autoridades en las comunas y ayuntamientos
develarán un endeudamiento que hasta el momento permanecía oculto, y que
podría trepar hasta los 42 mil millones de dólares.