A.T.: Primero, cierto maquiavelismo político, del que es responsable el presidente Alan García, combinado con una ambición política desbocada de mi exprimer ministro Pedro Pablo Kuczynski (PPK).
El presidente García se equivoca cuando dice en ese momento que si yo gano lo voy a perseguir. Nunca, si no perseguí a Alberto Fujimori o a Vladimiro Montesinos (esa es tarea de la justicia) mucho menos iba a perseguir a Alan García.
Semana.com: Entonces…
A.T.: Es un tema personal. Él no se recupera del hecho de que yo le gané las elecciones en 2001. Entonces lo que hace Alan es levantar la figura de PPK para jalar los mismos votos míos e impedir que yo llegue a la segunda vuelta y ahí es cuando pasa Keiko Fujimori, detrás de Ollanta.
Semana.com: Si es así como usted lo dice, entonces el presidente García también falló en su cálculo…
A.T.: No, porque es que entre Keiko y el presidente García hay un pacto de impunidad. Y es que vale recordar que los delitos por los cuales salió Alan García de su primer gobierno, nunca fueron juzgados. Fujimori y Montesinos hicieron que eso prescribiera cuando Alan se escapó a Francia y Colombia, donde buscó asilo. Y luego lo habilitaron.
Semana.com: Pero esa no puede ser la única razón para que los dos candidatos, si no más cuestionados sí aquellos que despertaban mayores prevenciones, pasaran a la segunda vuelta…
A.T.: No, la otra parte de la explicación a lo que sucedió en la primera vuelta es que a veces los países colapsan por éxito. Me explico: ocurre que tener un gran crecimiento económico sin que eso se refleje en la calidad de vida de gente, puede causar una erosión social. Eso pasó en Perú. Hay un resentimiento de la gente, que ve en los medios de comunicación cómo se habla de un buen momento del país, pero no lo siente en el bolsillo. Ni en servicios públicos, ni en educación, y la gente castiga eso.
Semana.com: Vamos a los candidatos finalistas. Usted no le cree a Ollanta Humala cuando habla de una nueva etapa en su vida política, cuando se presenta como un hombre más lejano al espectro bolivariano y más cerca del centro. ¿Por qué?
A.T.: La disyuntiva está entre una candidata, Keiko, que perteneció a un gobierno corrupto, violador de los derechos humanos, que tuvo en el poder a un hombre, su padre, que mintió cuando dijo ser peruano. Y del otro lado está ese salto al vacío que significa Ollanta Humala.
Es que no sabemos cuál es el Ollanta que se presenta como candidato. Si es acaso todavía aquel autor de una página web donde dice que tiene que cambiar la Constitución para crear una constituyente a lo Chávez; nacionalizar ciertas empresas estratégicas, a lo Chávez; o ese que va a Washington y da un discurso suave; o el Ollanta que sale dispuesto a firmar lo que le pidan con tal de que lo vean como un hombre conciliador y dialogante. Es un salto al vacío. La verdad, no hay en el mundo un país con una encrucijada similar.
Semana.com: ¿Qué va a pasar?
A.T.: Estadísticamente están muy cerca. La tendencia es que crece Fujimori. El establecimiento ha decidido jugársela por ella y ha dispuesto de mucho dinero para ese fin. Mientras por el otro lado el Partido de los Trabajadores de Brasil (PT), con la plata de otro país que usted y yo conocemos, apoya a Humala. Corremos el riesgo de desandar diez años de crecimiento.
Semana.com: ¿Y cree que se puede debilitar la democracia?
A.T.: Sí, la democracia en Perú estará en grave peligro, gane quien gane.
Semana.com: Usted cree que, de ganar Keiko, ¿existe la posibilidad de ver a Alberto Fujimori libre, en la calles de Lima?
A.T.: Está claro que si se da ese resultado, quien va a manejar el poder será su padre desde la cárcel y yo no descarto esa posibilidad de que lo dejen libre, lo que rompería la independencia de los poderes.
Semana.com: Y…
A.T.: Pues si eso se da, Alejandro Toledo volverá, con la vincha en la frente, a salir a la calle. Y si Ollanta Humala gana y pretende cambiar la Constitución, Alejandro Toledo se pondrá la vincha en la frente y saldrá a la calle.
Semana.com: ¿Alguno de los candidatos se le ha acercado para proponerle fórmula de respaldo?
A.T.: Ollanta Humala se reunió conmigo y me ofreció un cogobierno.
Semana.com: ¿En qué condiciones?
A.T.: No voy a entrar en los detalles.
Semana.com: Y usted, ¿qué le dijo?
A.T.: Lo mismo que le diré a Keiko Fujimori, que no estoy interesado en nada diferente a que Perú Posible, mi partido, y quien habla, ejerzamos una celosa veeduría del nuevo gobierno para evitar un retroceso en el crecimiento y exigir una mayor inclusión social.
Semana.com: ¿Qué sería lo menos malo que le podría pasar entonces a Perú?
A.T.: No me pregunte eso, ¡ambos son jodidos!