Según la ONG, el régimen tortura a detenidos y utiliza francotiradores para disparar a civiles. El presidente Bashar al Assad anunció que "próximamente" pondrá fin a la "operación militar". La ONU pidió que se permita la entrada de una misión de ayuda humanitaria




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Desde que comenzaron las protestas en Siria el pasado 15 de marzo, la organización tiene los datos de 542 personas, tanto manifestantes como viandantes, que han sido asesinadas por el régimen. Pero "el número exacto [de víctimas mortales] es, muy probablemente, más elevado<!--[endif]-->", admiten.

El elevado número de homicidios se debe "a las tácticas brutales de las fuerzas de seguridad", que "han disparado con fuego real directamente a los manifestantes y durante los cortejos fúnebres y han utilizado carros de combate para destruir inmuebles residenciales", apunta Amnistía.

El presidente sirio ha anunciado en cambio que "la misión de las unidades militares que entraron a Daraa el 25 del mes pasado finalizará muy pronto". En esta urbe, foco de las protestas, han muerto 25 personas en los últimos diez días.

LA ONG calcula que sólo el pasado domingo el Gobierno de al Asad arrestó unas 500 personas sólo en Deraa. Según ha podido saberse por algunos ciudadanos que fueron detenidos y después liberados, el régimen somete a torturas y malos tratos en condiciones de reclusión muy duras, lo cual "hace temer por la seguridad de cientos de personas que siguen encarceladas, entre ellas las 500 que fueron detenidas el domingo 1 de mayo en el curso de una redada efectuada casa por casa en Deraa".

Dos hombres que fueron arrestados en el pasado mes de abril denunciaron ante la ONG que las fuerzas de seguridad de al Asad les habían golpeado con la culata del fusil en el cuello y en las clavículas. Otros detenidos contaron que los habían desnudado para después golpearlos con palos, cables, patadas y puñetazos, y que incluso les habían hecho lamer su propia sangre del suelo, además de encerrarlos sin comida durante tres días en cárceles abarrotadas de gente.

Otro dato preocupante es que los detenidos son encarcelados en lugares secretos para que no puedan recibir las visitas de sus familiares y abogados. "El uso de fuerza letal injustificada, las detenciones arbitrarias y las torturas parecen ser los actos desesperados de un Gobierno que no admite la disidencia, y deben concluir inmediatamente. Los sirios tienen derecho a expresar sus deseos de cambio de forma pacífica", clama Amnistía.

Por ello la ONG ha abierto una página web para recolectar firmas e impedir que el Gobierno de al Asad continúe con la represión.

La apremiante situación que vive el país motivo a que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamará a al Assad para exigirle que permita "la entrada de una misión humanitaria para responder a las necesidades", indicó su vocero. También le pidió que escuche las reformas de los manifestantes.