El presidente de los EEUU y su par de Panamá
buscarán imprimir un impulso final al Tratado de Libre Comercio (TLC), cuya aprobación está aún pendiente en el Congreso
Será el
primer encuentro entre Barack Obama y Ricardo Martinelli. La cita tiene lugar apenas tres semanas después de la que sostuvieron, en la Casa Blanca, el mandatario estadounidense y el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en la que anunciaron un plan para superar los temas pendientes hacia su propio TLC, firmado en 2006.
Los dos acuerdos con los países latinoamericanos y un tercero con Corea del Sur
quedaron estancados en el Congreso estadounidense principalmente por las objeciones de los demócratas, que pusieron reparos a temas de derechos humanos y laborales en los primeros y por el impacto sobre la industria automotriz en el último.
De aprobarse,
el TLC con Panamá eliminaría los aranceles para casi el 90% de los productos industriales y para más de la mitad de las exportaciones agrícolas y los restantes se suprimirían durante la próxima década, según la Casa Blanca.
El acuerdo permitiría, también, el acceso al mercado de servicios panameño, estimado en unos 20.600 millones de dólares anuales, y al proyecto de ampliación del Canal de Panamá.
El gobierno de Obama anunció hace diez días que con la promulgación de un acuerdo de intercambio de información fiscal,
Panamá había culminado todos los asuntos pendientes del acuerdo. Además, informó al Congreso que estaba listo para comenzar con las negociaciones. Martinelli, por su parte, dijo que esperaba conocer la fecha en que Obama planea enviar el acuerdo al Congreso.
La oposición republicana, que controla la Cámara de Representantes, ha aumentado la presión para que el Gobierno
envíe los tres TLC antes del 1 de julio y se niega a comenzar a discutirlos si no son entregados en conjunto.
Con los de Panamá y Corea del Sur finalizados, restaría cerrar el de Colombia. Las autoridades estadounidenses confían en que ello se logrará en cuestión de semanas y que
los TLC serán aprobados este año.
Funcionarios anunciaron que ya iniciaron un diálogo con líderes del Congreso para confeccionar un
calendario a seguir para la agenda comercial global de Obama, que incluye los tratados y otros acuerdos de preferencias arancelarias pendientes de renovación.
En su encuentro con Obama, Martinelli espera
tratar el tema de la seguridad, importante en América Central, donde las tasas de criminalidad continúan creciendo en los últimos años con el aumento de la actividad de narcotraficantes y pandillas.