Presionado, Alí Abdalá Saleh accedió a una iniciativa para que el vicepresidente
tome el mando en un lapso de un mes. Pero luego dijo que sólo e
ntregará el gobierno a un sucesor que salga de las urnas. Pese al anuncio
siguen las protestas
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"El presidente ha dado su
aprobación definitiva a toda la iniciativa del golfo Pérsico sin condiciones y en el marco de la Constitución del país", informó el viceministro de Información Abdo el Guindi.
Según el funcionario,
la aceptación de Saleh "responde a presiones estadounidenses y saudíes para poner fin a la crisis".
La aceptación oficial se dio en momentos en que las calles de la capital se encontraban colmadas por
miles de personas que exigían su renuncia inmediata.
Al igual que sucedió en Egipto, Libia y Túnez, Yemen es uno de los países árabes que enfrenta el descontento popular y pide mayores libertades.
La iniciativa de transición, dada a conocer el pasado jueves por una misión del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), integrado por Arabia Saudí, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Catar y Baréin, establece que
Saleh ceda el poder al vicepresidente Abdi Rabo Mansur Hadi en el plazo de treinta días.
La fuerza del jefe de Estado, el Partido del Congreso General del Pueblo, anunció el sábado que había aceptado la propuesta del CCG, pero el gobernante no había dado su aprobación formal a la iniciativa.
El plan estipula, además, la formación de un
gobierno de unidad encabezado por la oposición, que prepare al país con vistas a la celebración de nuevos comicios. También fija dos meses después de la transferencia se celebren
elecciones parlamentarias y presidenciales.
Pero tras la confirmación de su vocero, el propio Saleh indicó que sólo entregará el poder a una persona que surja de una elección. "¿
A quién le voy a entregar. A quienes tratan de perpetrar un golpe (de Estado)?", se preguntó el mandatario en una entrevista con la
BBC.
La oposición se ha mostrado dispuesta a aceptar casi toda la propuesta, menos "lo referido al gobierno de unidad nacional", señaló el sábado el vocero de la coalición opositora Partidos del Encuentro Conjunto, Mohamed Quhtan.
Pero este domingo, tras conocerse la disposición del gobernante,
la disidencia se mostró dubitativa respecto a su compromiso, por lo que decidió
continuar con las protestas y reclamos.
En la provincia de Taiz, defensores del gobierno chocaron con manifestantes dejando un saldo de
al menos cuatro muertos. Otras
nueve personas perdieron la vida (seis de ellos militares) en enfrentamientos entre la Guardia Republicana y miembros de una tribu de la provincia de Lahij.