Denunciante Bronce
 |  Violencia en Medellín ahora tiene 'fronteras invisibles'
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 | Violencia en Medellín ahora tiene 'fronteras invisibles'
Caracol | Abril 9 de 2011
La Comuna Trece de Medellín fue conocida nacional e internacionalmente por sus hechos de violencia cotidiana y la constante guerra entre guerrilleros y paramilitares que tenían en sus barrios, calles, casas abandonadas lotes despoblados la zona de sus combates y muertes.
Pero también salió a luz pública por la vigorosa Operación Orión que ordenó el entonces Presidente Álvaro Uribe, en el año 2002, recién llegado a la jefatura del Estado, una operación que duró varios días, que permitió eliminar a los grupos violentos, pero también llevó a muchas violaciones de Derechos Humanos por miembros de la Fuerza Pública.
Algunas de esas violaciones fueron investigadas por la justicia y sus protagonistas han sido condenados.
Hoy, casi una década después, la Comuna Trece se ha convertido de nuevo en un escenario de guerra entre bandas criminales que se disputan los territorios, el negocio de las drogas y el control de los jóvenes para sus actividades ilícitas.
El Instituto Popular de Capacitación, IPC, mantiene un monitoreo permanente sobre lo que acontece en la Comuna Trece de Medellín. La investigadora del IPC, Diana Barajas, advirtió que la Operación Orión lo que hizo fue cambiar unos delincuentes por otros y fortalecer la presencia de los paramilitares y las bandas criminales en ese sector de la ciudad.
En los barrios se vive la zozobra por la lucha de estos grupos delincuenciales, por sus acciones violentas, a pesar del enorme esfuerzo del gobierno municipal, de las autoridades policiales y militares, de los grupos culturales y deportivos, y hasta de artistas como el cantante Juanes para llevar la tranquilidad a esos populosos sectores del occidente de Medellín.
Las bandas criminales del narcotráfico, entre ellos Los Urabaeños se ha incorporado a ese torbellino de violencia y han ido sembrando el terror y reclutando a los muchachos, desde niños, para sus negocios ilícitos.
Este año en esa zona han sido asesinadas casi ochenta personas. Entre las víctimas figuran jóvenes dedicados a las actividades culturales, a grupos musicales, cantantes de Hip Hop y Rap, estudiantes de bachillerato, universitarios con excelente hoja de vida académica y brillante porvenir, amas de casas que han sido líderes de sus comunidades, transportadores, conductores de buses, menores de edad.
Es una guerra entre bandas en la que mueren miembros de esos grupos, pero también cualquier persona ajena a ese conflicto, o que cruce las temibles fronteras invisibles, que han creado esas bandas para controlar sus territorios, o que se oponga a las vacunas y extorsiones.
La Comuna Trece tiene hoy un gran Centro Integrado de Intervención, creado por el gobierno local de Medellín con presencia de policía, jueces, fiscales, funcionarios de diversas secretarías, del bienestar Familiar, para la atención de la comunidad en todas las necesidades.
La Comuna Trece ha recibido obras de gran importancia, bibliotecas de gran reconocimiento, visitas de personalidades, hasta la intervención y concierto del carismático cantautor antioqueño Juanes.
Pero al parecer nada ha servido para que cese la violencia, la criminalidad y particularmente los homicidios que siguen desangrando a la comunidad, y obligando a muchas familias a desplazarse para salvar sus vidas.
Habla la Personería
Ante los continuos asesinatos de jóvenes en la comuna 13 de Medellín, la personería cuestionó los planes de seguridad impuestos por las autoridades a los que calificó como insuficientes para contener las actividades delincuenciales en esa zona al occidente de la capital antioqueña.
La Delegada de Derechos Humanos de la Personería, Ana Patricia Aristizábal, dijo que la comuna 13 es el sector urbano del país con más presencia de la fuerza pública y no se ha logrado tener una solución a la problemática.
“Allá existen muchos grupos armados ilegales, que muchos de los jóvenes participan en esas confrontaciones y la situación es demasiado compleja en este sector de la ciudad” manifestó la defensora de la Personería de Medellín.
Otra situación que aqueja a la Comuna 13 es que los jóvenes que no quieren vincularse a las bandas son asesinados o desplazados, según el informe de la personería.
Aunque no reveló cifras, la personera de derechos humanos de la Personería de Medellín Ana Patricia Aristizábal, dijo que la comuna 13 es la zona de la ciudad donde más desplazamientos intraurbanos se han registrado en los últimos meses.
Carlos Pesebre
El gobierno de Medellín denuncia a alias Carlos Pesebre como el presunto cabecilla de las bandas que generan violencia en las comunas de esta ciudad.
El alcalde Alonso Salazar lamentó que a pesar de esta situación, alias Carlos Pesebre nunca ha sido judicializado ni encarcelado, y admitió como sumamente dolorosa las altas cifras de violencia y muerte de jóvenes en esta ciudad.
El mandatario local se declaró muy preocupado por los problemas de seguridad y violencia en esta ciudad, debido a las acciones.
Carlos Pesebre es el hombre que está comprometido con estos hechos de violencia en la comuna trece y nunca ha estado encarcelado ni detenido, denunció el alcalde Alonso Salazar.
¿Quién es Carlos Pesebre?
Considerado como uno de los presuntos cabecillas de las bandas delincuenciales de Medellín, a quien le atribuyen numerosos hechos delincuenciales.
A pesar de esas supuestas acciones ilegales, Freyner Alfonso Ramírez García, nombre de Carlos Pesebre, nunca ha sido judicializado como confirmó el propio alcalde de Medellín, Alonso Salazar, al advertir que esa es una de las acciones inmediatas que deben adoptar las autoridades judiciales y la Fiscalía para encarcelar a los jefes de bandas.
Según la propia Policía Metropolitana no existen órdenes de captura para algunos de los más reconocidos jefes de la delincuencia, como es el caso de Carlos Pesebre, aunque figure hoy entre los delincuentes más buscados del valle del Aburrá, como integrante de la banda La Oficina, que dirige alias Sebastián.
Según Corpades, Corporación para la paz y el desarrollo social, alias Carlos Pesebre es uno de los hombres con mayor poder criminal en este momento en la ciudad de Medellín y el valle del Aburrá, y ha fortalecido sus acciones delincuenciales en la Comuna Trece, donde mantiene una guerra contra la banda La Agonía, al parecer aliada de Valenciano, el enemigo de Sebastián.
El Director de Corpades, Luis Fernando Quijano Moreno, denunció que los combos delincuenciales controlados por alias Carlos Pesebre actúan fundamentalmente en la Comuna Trece y ha extendido sus operaciones ilícitas en los corregimientos de Medellín San Antonio de Prado y San Cristóbal, en el municipio de Itagüí, y en los sectores de La Iguaná, Robledo y la Ochenta en la capital de Antioquia.
Dijo que a Carlos Pesebre se le investiga como presunto responsable de la muerte de la líder comunitaria y del sindicalismo en Medellín, Judith Vergara Correa, asesinada el 23 de abril de 2004, y del investigador de Corpades Víctor Hugo Gallego Arboleda, cometido el 31 de diciembre de 2007.
El señor Quijano Moreno aseguró que Freyner Alfonso Ramírez García, Carlos Pesebre, tiene gran influencia son sus bandas de sicarios en los sectores El Pesebre, de donde tomó su apodo, y en las barriadas de La Iguana, aledañas a la quebrada que lleva ese nombre, ambos en el occidente de la ciudad de Medellín.
Pidió a la Fiscalía y a la Cuarta Brigada que investiguen las relaciones que tuvo alias Carlos Pesebre con las dependencias del Ejército, como el llamado B 12, una unidad de inteligencia de esa Brigada.
El director de Corpades insistió en que las autoridades de Medellín, conocieron de las actividades de alias Carlos Pesebre, durante la desmovilización del Bloque Héroes de Granada, de las Autodefensas, en Cristales, corregimiento de San Roque, Antioquia.
Dijo que a pesar de ese proceso, hoy no existe rastro de su proceso de reinserción posterior a la desmovilización de los paramilitares.
No es fácil ponerle fin a un conflicto de tanto tiempo y tan complejo por la presencia de tantos y tan diversos actores.
Se redoblan los esfuerzos de las autoridades pero la sensación de inseguridad es creciente. De hecho, muchos habitantes han optado por el desplazamiento hacia otros sectores de Medellín.
Hoy en la comuna trece se sufre con una guerra que parece no tener fin. Cambian los actores, cambian las fuerzas, aumentan los controles, se ponen en marcha más programas sociales pero el miedo de la gente de bien se mantiene intacto. Al fin y al cabo están en medio de una ola de violencia que desangra y se convierte en una enorme mancha para la capital antioqueña.
Enlace: http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=1452586
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