Infartados a los 30

Investigadores del Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos presentaron un estudio que evidencia la posible incidencia del consumo de drogas y la mala alimentación en el aumento de infartos cerebrales en menores de 35 años.

Un infarto cerebral es la muerte de una parte de la masa cerebral por falta de circulación de la sangre. Hasta hace unos pocos años, los médicos estaban convencidos de que esta condición sólo afectaba a los adultos mayores. Lamentablemente y por una serie de razones aún desconocidas, la incidencia de los infartos cerebrales en jóvenes se ha incrementado de manera alarmante.

La noticia se dio a conocer en la Conferencia Internacional del Ictus 2011, celebrada en Los Ángeles (EE.UU.), por parte de un grupo de investigadores de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos. Los científicos descubrieron que la población en la que más se incrementaron los ictus isquémicos (un 51%) es entre los 15 y 35 años de edad. Asimismo, las hospitalizaciones por esta condición han descendido en personas mayores de 45 años, en las que antes era común que hubiera complicaciones. El estudio también mostró un incremento del 31% en los casos de infarto cerebral en niños y de 36% en las niñas menores de 14 años.

Los investigadores no se atrevieron a asegurar el porqué de este fenómeno, pero algunos sí dieron sus opiniones sobre el tema. “Creo que el papel de la obesidad y la hipertensión puede estimular un gran debate sobre las causas. Pero, por desgracia, ahora mismo no podemos aventurarnos sobre cuáles son", reconoce el doctor Xin Tong. Los médicos también asumen que debido a la mala alimentación de los niños, éstos pueden llegar a desarrollar más rápido condiciones que propicien este tipo de infartos, como la hipertensión.
Otro de los descubrimientos que preocupan a los investigadores es el hecho de que muchos de los pacientes jóvenes que sufrieron de ictus isquémicos han consumido regularmente y en exceso drogas como la marihuana y la cocaína. "La cantidad de pacientes de ictus que ha usado drogas ilegales no es trivial", argumenta el investigador Felipe de los Ríos, autor principal del estudio.

Entre 1993 y 2005, el periodo durante el cual se realizó el estudio, el consumo de drogas como la cocaína, la marihuana y el crack aumentó entre los jóvenes estadounidenses. Según De los Rios, este fenómeno podría explicar también el incremento de pacientes con ictus menores de 45 años.


Fuente: Elespectador.com