 Denunciante Leyenda
 |  Sigue carrera contrarreloj para evitar desastre nuclear en Japón
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 |  Reactor 3 de Fukushima sufrío dos explosiones. Centrales de Onagawa y Tokai reportan problemas. El miedo está en el aire. A cielo abierto se extendería la radiación atómica si se produce una explosión descontrolada en los reactores nucleares de las centrales de Fukushima, Onagawa o Tokai, las tres afectadas por el terremoto. Hoy al mediodía (este domingo en Colombia) se anunció que el reactor 3 de Fukushima sufrió dos explosiones de hidrógeno que derribaron uno de los muros que contiene la estructura, pero el contenedor del reactor no sufrió daños y las posibilidades de que haya una fuga radiactiva eran escasas, informó la dueña de la planta, Tokyo Electric Power Co. Equipos de técnicos y operarios se esfuerzan para evitar que se rompa la armadura que protege los tres reactores más dañados que se quedaron sin sistema de refrigeración. La estructura, cuya integridad es vital para evitar la tragedia, podría ceder si sigue aumentando la temperatura del combustible en el interior. Se trataría de explosiones muy diferentes de la del sábado, cuando lo único que reventó fue el techo del edificio que recubre el resto de la instalación. En Fukushima este domingo se siguió suministrando la receta de emergencia anunciada el sábado: agua marina enriquecida con boro, para evitar que continúe el sobrecalentamiento y fijar los neutrones radiactivos. Si todos los trabajos de contención fallan, se calcula que la nube tóxica tardaría unas seis horas, dependiendo de las condiciones climatológicas, en superar los 20 kilómetros de perímetro de seguridad trazados por las autoridades japonesas alrededor de la planta. Mientras tanto, las autoridades japonesas explicaron que el riesgo de las fugas y las emisiones controladas del sábado no suponen una amenaza para la salud pública. El viento, esta vez, jugó a favor, arrastrando hacia el océano, y no tierra adentro, las radiaciones. Con todo, hubo miles de evacuados y decenas de personas fueron sometidas a controles y aisladas, en espera de ulteriores análisis. También se repartió yodo entre la población más expuesta, para disminuir el riesgo a un cáncer de tiroides. La población japonesa, jalonada por un sector de la prensa, es cada vez más escéptica ante los mensajes de su Gobierno, que a veces son percibidos como contradictorios. Y es que, al tiempo que se insiste en que la situación está bajo control, se revelan nuevos datos alarmantes. El portavoz del Gobierno, Yukio Edano, aseguró este domingo que se temía que ya hubiera iniciado un proceso de fusión del núcleo en al menos uno de los reactores de Fukushima, algo que, dijo, no se puede confirmar todavía porque resulta imposible verificar lo que sucede dentro del armazón de acero. La temperatura, agregó acto seguido, había ascendido hasta niveles preocupantes. A lo largo del día se hizo saber que los sistemas de refrigeración en las centrales de Onagawa y Tokai (esta última a 120 kilómetros al norte de Tokio) también estaban fallando. Por la noche, sin embargo, la prensa japonesa informaba que en estas dos plantas la situación se estaba normalizando y la alarma se rebajó. Suministro de electricidad se suspendió en grandes áreas Los técnicos afrontan la dificultad añadida que supone trabajar en un área completamente devastada por el efecto del terremoto y el tsunami, en la que las infraestructuras de transportes han quedado muy dañadas, el abastecimiento de electricidad se ha suspendido en enormes áreas, e incluso empieza a producirse un severo desabastecimiento de combustible, alimentos y agua potable. Por si fuera poco, durante todo el día se sucedieron ligeras réplicas del terremoto cada pocos minutos, que hacían temblar las estructuras y tintinear las lámparas en los edificios de varias plantas. Interrogados cada media hora en la TV japonesa, los expertos aventuraban los posibles escenarios de la crisis, intentando rebajar la tensión. Al parecer, si se superan estos días críticos, el riesgo tenderá a reducirse gradualmente,hasta alcanzar la normalidad, aunque los reactores afectados quedarán inutilizables y se abriría un debate sobre cómo desmantelarlos para desactivar riesgos futuros. Se trataría del mal menor. El primer ministro, Naoto Kan, en su mensaje televisado explicó también que el país tendrá que afrontar cortes de electricidad, que se harán sentir incluso en Tokio. Pidió que se ahorre toda la energía posible, no sólo para el uso civil sino también en las plantas industriales. Cerca del 30 por ciento de la electricidad que consume Japón proviene de las centrales nucleares y en estos momentos se generan 10 millones de kilovatios menos de lo habitual. Hay que recordar que Japón es un archipiélago, por lo que cualquier abastecimiento desde el extranjero supone una complejidad añadida. http://www.eltiempo.com/mundo/asia/contrarreloj-para-alejar-el-riesgo-de-explosion-nuclear_9007883-4
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