Mientras el mundo continúa debatiendo qué hacer en torno a la crisis en Libia y se multiplican los esfuerzos diplomáticos entre las naciones occidentales y los opositores libios, el líder Muammar Gaddafi sigue avanzando con toda su fuerza contra las ciudades que aún quedan en manos de los rebeldes. En declaraciones a la prensa Italiana, Seif al Islam Gaddafi, hijo del dirigente libio, expresó su confianza en una victoria de las tropas gubernamentales, y aseguró que ya han recuperado el "90% del país".
Tras discutir con sus pares europeos la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, se reunirá con un líder de la oposición Libia en París el próximo lunes. La jefa de la diplomacia estadounidense se encontrará con Mahmud Jibril, quien está a cargo de las relaciones exteriores del órgano opositor denominado Consejo Nacional.
Clinton anunció el jueves que aprovecharía su viaje la semana que viene a París, Túnez y El Cairo, para dialogar con representantes de la rebelión. Estados Unidos decidió desde entonces dotarse de un representante directo ante la oposición.
Al mismo tiempo los líderes de la Unión Europea incrementaron la presión sobre el régimen libio al reconocer al opositor Consejo Nacional de Transición como un "interlocutor político" y contemplar "todos los medios necesarios" para proteger a la población libia de Muammar Gaddafi.
"El coronel Gaddafi debe renunciar al poder de inmediato. Su régimen ha perdido toda la legitimidad", afirmaron los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la declaración final de una cumbre extraordinaria, en Bruselas, dedicada al conflicto libio.
El presidente de la UE, puntualizó que los europeos estudian "todas las opciones" para "proteger a la población civil", a condición de que exista una base jurídica "clara" y un respaldo de las naciones árabes vecinas. A este efecto, la UE quiere organizar próximamente una cumbre con la Liga Árabe y la Unión Africana.
Reduciendo sus diferencias sobre la estrategia a seguir, los 27 accedieron, tal como pedían Francia y Gran Bretaña, a entablar un diálogo con el gobierno embrionario de transición al que ahora consideran "un interlocutor político".
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, llegó a insinuar que se podría prescindir de una resolución de Naciones Unidas para intervenir militarmente en Libia. "Un mandato de la ONU es necesario, es preferible" pero "si no hay mandato y hay una petición regional veremos", afirmó.
Más de 250.000 personas han huido de Libia hacia los países vecinos desde mediados de febrero, según la ONU. En el plano financiero, la Unión Europea contempla nuevas sanciones contra Gaddafi, con una eventual congelación de los bienes de las empresas libias de gas y petróleo.
En respuesta a las últimas reacciones de Europa, la liga árabe se mostró a favor de una zona de exclusión aérea sobre Libia para ayudar a contener la situación humanitaria.
NUEVOS ATAQUES
Las fuerzas fieles al dirigente libio lanzaron un ataque aéreo sobre un puesto de control en poder de los insurgentes en la localidad de Al Uqaila, al este de la ciudad petrolera de Ras Lanuf.
Tras el ataque, varias decenas de rebeldes a bordo de vehículos huían de Al Uqaila, situada en la línea del frente entre los insurgentes y las tropas leales a Gaddafi, en dirección a la cercana ciudad de Brega.
Una espesa columna de humo se levantaba cerca de ese retén controlado por los insurgentes. Seif al Islam Gaddafi, uno de los hijos del coronel Gaddafi, declaró que confiaba en una victoria de las tropas gubernamentales, afirmando en entrevistas a diarios italianos que ya habían reconquistado 90% del país.