Un sorpresivo giro ha tomado el caso del asesinato de la turista española Irene Cortés Lucas en un bar del sur de Barranquilla. Familiares de la mujer acusaron desde Málaga (España) al esposo de ésta, el barranquillero Farid Alberto Llinás, de haber planeado el homicidio.

Según versiones publicadas en varios medios de comunicación españoles, el hermano y tío de la víctima han manifestado que sospechan del marido, un ciudadano colombiano que emigró a España en 2001.

Han explicado que Irene y su pareja tenían problemas desde que ella mantuvo una relación con otro hombre mientras él estuvo en prisión, "y desde entonces le juró venganza y poco a poco, ha logrado llevársela engañada a Colombia, donde ha pagado a un sicario para que la mate".

Pedro Lucas, tío de la víctima, ha señalado que la noche antes de salir de viaje, el Llinás le quitó a Irene 2.000 euros, "un dinero que ha empleado para pagarse un pasaporte falso, puesto que estaba en libertad condicional, y contratar a un sicario".

Lucas ha señalado que la noche antes de salir de viaje, el marido le quitó a Irene 2.000 euros, "un dinero que ha empleado para pagarse un pasaporte falso, puesto que estaba en libertad condicional, y contratar a un sicario".

El tío ha insistido en que el marido "ha logrado llevársela a Colombia engañada, con la excusa de visitar a su padre enfermo y ver los carnavales, pero ella no quería ir".

Manifestaron que no entienden "cómo una mujer le dé un bolso a un atracador y éste, encima le quite la vida".


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