Los privilegios de los Nule en el Invías
Por: UNIDAD INVESTIGATIVA | 9:32 p.m. |


La obra Isnos-Paletará-Popayán está prácticamente paralizada. Foto: Cortesía: 'La Nación'

No les cobraron $ 20 mil millones en multas por retrasos en la vía Paletará.

El Invías tiene programado para mañana lunes la cesión del contrato para la rehabilitación de la vía Isnos-Paletará-Popayán que el grupo Nule dejó botado tras lograr que se le adjudicara en el 2009 a una unión temporal de la que tenía un 40 por ciento.

Según Carlos Rosado, director de la entidad, la cesión del contrato -tasado en 77.589 millones- es la mejor salida para que el país no pierda la obra que unirá a Cauca y Huila y que, dos años después, sólo lleva el 12 por ciento ejecutado.

Sin embargo, para funcionarios del propio instituto este es el epílogo de una serie de conductas atípicas que el Invías ha venido teniendo con ese grupo, dejando a varios funcionarios en la mira de la justicia:

"Se está configurando un caso idéntico al del IDU con la calle 26", dice un funcionario.

El temor es que, desde el 28 de julio del 2010, el Invías había declarado la caducidad del contrato, como consta en una cinta en poder de este diario.

Pero se frenó la resolución que oficializaba la medida y que inhabilitaba a los Nule (a través de Gas Kapital y MNV) y a sus socios (Gayco y Suárez y Silva), a pesar de que se fundamentaba en sistemáticos y graves incumplimientos.

Los Nule y sus socios incumplieron con los estudios y diseños y con las inversiones. Tampoco contaban con el equipo mínimo requerido para la obra y se evidenció un mal manejo del anticipo: 4.500 millones de pesos. Además, tenían pendientes pagos de salarios, aportes a la seguridad social y hasta parafiscales.

La prueba de esta situación fueron 17 informes que la interventoría del contrato -el Consorcio CCC-AIM-SEDIC/20- envió al Invías entre finales del gobierno Uribe y principios del actual, en los que dejó en claro que la obra se paralizó en múltiples ocasiones.

Por eso, a funcionarios del Instituto les llama la atención que el argumento de la entidad para autorizar la cesión sea evitar la parálisis de la obra.

Lo concreto es que, según documentos que evalúa la Fiscalía, el interventor pidió la imposición de multas que, a noviembre del año pasado, alcanzaban los 18.500 millones.

Pero el Invías sólo dejó en firme una, por 1.086 millones y no alcanzó a cobrársela al quebrado grupo que, según sus socios, fue el único causante del incumplimiento.

¿Cesión, inviable?

Por el contrario, el Invías abrió la puerta a la cesión del contrato luego de que los socios de los Nule dijeran que querían culminar la obra.

Al respecto, la interventoría -por la que se está pagando 3.000 millones- advirtió que "en la grave situación de incumplimiento no se puede aceptar una cesión".

No obstante, para el liquidador de las empresas de los Nule, Pablo Muñoz, la interventoría no cuenta y la cesión es la mejor salida.

Por eso, a finales del 2009 invitó a seis firmas a que se encargaran del contrato y el único criterio de selección era el mejor precio.

Sólo se presentó una unión temporal -Alca Ingeniería y Noarco S.A.- que ofertó 504 millones y que, según el liquidador, cumple los requisitos.

Sin embargo, documentos del Invías conocidos por EL TIEMPO señalan que la maquinaria de Alca -representada por los ex funcionarios del Invías, Alicia Arango y Carlos Rigueros- sería insuficiente y no garantizaría la implementación de los tres frentes de obra que ofrecen.

Además, la interventoría advierte que en los plazos en los que se pactó la cesión no se puede cumplir con el contrato y así se lo dijeron ya a los organismos de control.

Los nuevos socios, sin embargo, dicen que trabajarán en doble jornada. Además, que asumirán la multa y que arreglarán lo del anticipo.

Por ahora, el caso pasó a manos de la Fiscalía, la Contraloría y la Procuraduría.

'Interventores no tienen nada que opinar': Muñoz

El liquidador del grupo Nule, Pablo Muñoz, insistió en que la mejor fórmula para evitarle daños al contrato es su cesión y que él tiene la obligación de liquidar todos los activos. Sobre las objeciones a una de las firmas que seleccionó para ejecutar la obra, dijo que ya fueron aclaradas. Y sobre el concepto negativo de la interventoría a la cesión aseguró que "ellos no tienen nada qué opinar". Además, descartó que esté asumiendo roles del Invías al imponer los términos de selección de la unión temporal. "Invité a seis firmas y sólo se presentó una. La Supersociedades ya aprobó la cesión", dijo. Y agregó que sabe que son técnicos del Invías los que se oponen a la medida.

'Si hubo indulgencias, no fue en este Gobierno'

Carlos Rosado, director del Invías, señaló que la cesión "es la mejor opción para garantizar los pagos de la única multa, del anticipo y de las deudas". Ante la pregunta de si los Nule recibieron indulgencias por no haber sido sancionados, respondió: "Las multas no se imponen de un día para otro. Tienen su proceso. Si en algún momento se llegó a presentar alguna indulgencia, no fue en este Gobierno. Yo recibí las dos firmas en liquidación". Sobre por qué se reversó la caducidad, afirmó que tiene conceptos técnicos y jurídicos que sustentan la decisión e insistió en que no se va a perder un sólo peso. Además, garantizó que la obra estará lista en el 2013, tal como se proyectó, y reiteró que ninguno de los nuevos socios tienen dificultades para cumplir el contrato como lo dicen informes internos. Finalmente, señaló que la información de la cesión ya fue enviada a los organismos de control.

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