La princesa iba por el bosque, recogiendo flores, y se encontró un humilde sapito...
Lo alzó, lo guardó con cariño, y se lo llevó a la casa...
Entró a su cuarto, y lo puso delicadamente sobre su cama...
Muy despacio, y con mucho cuidado, le dio un tierno beso...
Mágicamente, el sapito se convirtió en un bello y desnudo príncipe...
...Desafortunadamente, el papá no les creyó el cuentico!!!!