Hace casi 39 semanas, Kristine Casey emprendió un viaje inusual para ayudar a su hija y responder a una vocación espiritual.



Su meta se logró la noche del miércoles cuando dio a luz a su propio nieto, a los 61 años.

Casey, posiblemente la mujer más vieja en dar a luz en Illinois, se desempeñó como una madre sustituta para su hija, Sara Connell, que había estado intentando durante años tener un bebé.

Connell y su esposo, Bill, son los padres biológicos del niño, Casey tenía el embrión creado a partir del óvulo y la esperma de la pareja de Chicago.

El nacimiento fue por cesárea a las 21:47. Connell decidió en el año 2004 tratar de tener un bebé, pero Sara, ahora de 35 años, pronto descubrió que no estaba ovulando. Después de someterse a tratamiento de la infertilidad en el Instituto de Medicina Reproductiva en Evanston, tuvo gemelos pero muertos, y más tarde sufrió un aborto involuntario.

Casey tuvo tres embarazos anteriores, su último fue hace 30 años, que lo tuvo sin problemas, dando lugar a tres hijas.