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Antiguo 11-02-2011 , 23:06:23   #2
armando2007
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Predeterminado Respuesta: “35.000 no éramos los miembros de las autodefensas, ¡jamás!”

En algunas ocasiones nos dijo el doctor LCR que el Gobierno hacía intensas averiguaciones para determinar si este señor era un narco químicamente puro –que lo es– o si era un miembro de la organización que se había ocupado de tareas de financiación. El 16 de agosto del 2006 el gobierno nacional nos ordenó concentrarnos en La Ceja y allí llegó el ‘Tuso’ Sierra. Cuando el doctor LCR nos anunció que debíamos concentrarnos bajo la custodia de la Policía Nacional, también nos anunció a todos los que estábamos allí (comandantes militares y jefes políticos): “Para acá también vendrán el señor Pablo Sevillano –hermano de Julián Bolívar– y el señor Juan Carlos Sierra”, a quien finalmente el Gobierno le dio el aval de autodefensas.

Sierra se había quedado en Santa Fe Ralito, escondido, y tiempo después se trasladó al Magdalena Medio. Estuvo en una finca en Puerto Berrío, escondido con el nombre de ‘Don Antonio’, hasta el 16 de agosto del 2006, cuando el doctor LCR, en un helicóptero, y con el coronel Vargas a bordo, trajo a ‘Pablo Sevillano’, y en ese mismo helicóptero venía ese señor.

He aquí la primera gran farsa de ese personaje, que dice que yo fui el que lo traje de Santa Fe Ralito. Yo nunca supe por qué medios llegó él al Magdalena Medio. Y de allá sí lo trajeron en un helicóptero, con el coronel Vargas, para que se viniera a integrar al grupo de nosotros. Esa es la historia que tendrán que contar LCR y todas las 54 personas que estuvimos recluidas en La Ceja.

U.P.: Usted supuestamente no ha colaborado lo suficiente, no ha dicho toda la verdad, no quiere colaborar en el tema de la reparación. ¿Cómo piensa contrarrestar esas acusaciones?

E.B.: Eso no es cierto. La investigación que hace la Corte es que se averigüe si yo he cometido un delito después de haberme sometido a la Ley de Justicia y Paz. Yo confieso que en el año 2006, ya siendo desmovilizado, realicé actividades políticas, y por esa confesión es condenado el doctor Enrique Emilio Ángel Barco, congresista, por haber recibido mi apoyo. Ese hecho, a la luz del concepto de la Corte, merece ser investigado.

Frente a la contribución con la justicia, ustedes, los periodistas, nunca me han escuchado en las audiencias públicas. ¿Contribuir es qué? ¿Contribuir es atribuirse uno hechos que uno no ha cometido? Esa es una de las grandes falacias de la Ley de Justicia y Paz. Fiscales inescrupulosos están presionando a los desmovilizados para que confiesen hechos que no han cometido, sólo porque, tengo entendido, esos fiscales tiene que cumplir con unos ‘estándares’. Cuando a mí se me acusa de unos homicidios en los cuales yo no he tenido participación ni tengo conocimiento, mi deber moral imprescriptible es manifestarle a la justicia que yo no he cometido ese delito.

Ahora bien, en el tema político, sí tuve mucha participación y me he referido a 22 políticos, de los cuales la gran mayoría están privados de la libertad por relaciones con las autodefensas a través de mi persona.

U.P.: ¿Puedo inferir que usted se encuentra completamente tranquilo acerca de su permanencia en el programa de Justicia y Paz?

E.B.: Si existe justicia, como sé que la hay, yo no he violado ningún compromiso... Efectivamente sí realicé actividades políticas en el año 2006 después de mi desmovilización (en febrero del 2006 para las elecciones de ese marzo siguiente), pero yo me incorporé a la Ley de Justicia y paz en diciembre del 2006. Cuando yo realicé mis actividades políticas no estaba sometido a ley de justicia y paz.

U.P.: ¿Qué tipo de actividades políticas realizó?

E.B.: Me dediqué a hacer proselitismo político y a ayudar en financiación a un político de Caldas.

U.P.: ¿Tuvo contactos con Yair Klein?

E.B.: Jamás lo conocí. Yo fui gerente de la Terminal de Transportes de Manizales hasta el 31 de enero de 1989 y ese señor estuvo en el 88.

U.P.: ¿Nunca supo nada de él dentro de la organización de las autodefensas?

E.B.: Yo llegué a Puerto Boyacá a dedicarme a la actividad política y me apoyaron los grupos de autodefensa. Producto de eso me condenaron a 13 años por pertenencia a grupos armados ilegales, por haber recibido apoyo. Mi vinculación formal con las autodefensas es a partir de 1997, cuando recibí una oferta de Carlos Castaño para prestar servicios en la parte política.

U.P.: Cuando habla de su trabajo político, usted se excluye de las actividades militares, de la comisión de homicidios, de participación en combates y de las actividades de las que lo acusa el señor Sierra.

E.B.: Cuando yo conocí las acusaciones de Sierra, vino a la memoria un episodio de hace unos dos años. Yo fui quien le escribió una carta a la Corte Suprema de Justicia en la que denunciaba el montaje contra el magistrado Iván Velásquez. Ese episodio se cocinó aquí, en la cárcel, con el apoyo de personas muy influyentes de afuera. Aquí en la cárcel en cabeza del ‘Tuso’ Sierra y afuera en cabeza de un abogado que se llama Sergio González. Entre ellos armaron, con el apoyo (dicen, no me consta) de un hermano del doctor Álvaro Uribe Vélez, el cuento de ‘Tasmania’ según el cual ‘Tasmania’ había sido presionado directamente para que declarara en contra del magistrado Velásquez. Aquí en la cárcel estábamos convencidos de que eso había sido así. De la noche a la mañana, del patio 2, que es de alta seguridad, donde estaba recluido ‘Tasmania’, pasó al patio 1 de justicia y paz, que es de mediana seguridad. ¿Por orden de quién? No sé; el INPEC determinó trasladarlo. Era el primer pago que recibía ‘Tasmania’ por esas afirmaciones. Después de lo de ‘Tasmania’ se hizo infinitamente frecuente la llegada del señor Sergio González, el abogado que servía de nexo entre unos influyentes políticos de afuera y el señor ‘Tuso’ Sierra. Ese abogado llevaba y traía razones, llegó inclusive a manifestarles a varios comandantes de aquí: “¿Qué quieren pedirle al gobierno nacional?” A través de ese abogado, el señor Sierra, narcotraficante químicamente puro, pidió que gestionaran su traslado a una cárcel en Andes (Antioquia). Hubo presiones. Nosotros sabíamos que esos contactos del ‘Tuso’ con el Gobierno y con influyentes políticos eran una realidad; así lo demostraba el señor Sergio González. Luego vino la extradición de todos estos señores, incluido el ‘Tuso’ Sierra, quien hasta el último instante de su salida de la cárcel de Itagüí gritaba: “¡Esto es una traición! ¡Nos traicionaron! ¡Me traicionaron!” Vaya usted a saber por qué el ‘Tuso’ Sierra hablaba de que era una traición.

Nosotros no movimos aquí un dedo frente a esa decisión del Gobierno. Ya estaba claro que todos los compromisos, por lo menos en materias jurídica y política, habían sido flagrantemente incumplidos. Sabíamos que era una batalla inane.

Unos meses más tarde, sentado yo con ‘Tasmania’ estudiando música –nosotros estudiamos organeta y guitarra–, en una noche de nuestros ejercicios ‘Tasmania’ me dijo: “Le voy a contar una verdad a usted; y se la voy a contar porque a mí me engañaron también y a mí no me cumplieron una serie de promesas importantísimas que me habían hecho”. Fue la primera noche que ‘Tasmania’ me contó cómo había sido ese montaje…

U.P.: La firma de la hoja blanca y todas esas cosas…

E.B.: Todo. Y como le dictaban y cómo le pusieron una especie de texto para que se guiara ante las preguntas que le hacían los periodistas y demás…

U.P.: ¿Quién le dictaba?

E.B.: Todo lo traía Sergio González. Es que aquí hay un personaje que tiene que estar… No me explico cómo la justicia no ha procedido con ese señor Sergio González...

U.P.: ¿’Tasmania’ nunca le contó de quién le traía razón Sergio González?

E.B.:
Hablaban de un hermano del doctor Uribe; de Ernesto Garcés; del doctor Mario Uribe; pero a nosotros nunca nos constó eso. Eso era lo que venía a decir este señor González. Sólo ‘Tasmania’ me expresó: “Afuera están interesados en que armemos esto, de esta manera. A su mamá le vamos a dar una casa y le vamos a dar una plata; a usted, un plante. A usted lo van a trasladar del patio 2, para que se venga a vivir con nosotros aquí. Y a sus dos hermanos les vamos a conseguir un empleo, siempre y cuando usted afirme esto”. Todo ese trabajo lo hizo el ‘Tuso’ aquí, con ‘Tasmania’. Nosotros lo vinimos a saber cuando ‘Tasmania’ me lo contó esa noche. De inmediato le escribí a la CSJ para pedirle que el doctor Iván Velásquez que se presentara cuanto antes aquí, que era un asunto sumamente delicado. Aquí vino el doctor Velásquez y fue cuando se destapó todo lo que el país conoce.



CONTINÚA.......................

armando2007 no está en línea   Responder Citando
 
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