Ya que en Rumania la brujería está reconocida como una profesión, el gobierno de ese país ha dicho que las brujas, adivinas y hechiceras deberán pagar impuestos por las ganancias que obtienen al ejercer sus artes mágicas.


Y las brujas no están contentas con la medida. Para hacer honor a la verdad están furiosas, pues dicen que ganan poco, que la competencia es mucha, que las van a matar de hambre si comienzan a registrarse para pagar impuestos.

Por lo tanto, se han rebelado, amenazando con lanzar hechizos contra los gobernantes si persisten en sus esfuerzos por añadirlas a la masa de contribuyentes fiscales.

Dicen que los mismos sujetos que han decidido que deben pagar impuestos las visitan a escondidas para que realicen conjuros contra sus enemigos, que eso es traición.

La noticia parece broma, pero no lo es.

Fuente:http://www.boingboing.net/2011/01/05/romania-declares-wit.html