Ante una audiencia de casi diez mil personas, Gary Smalley sostuvo en su mano un billete de cincuenta dólares e hizo una pregunta:
-quién quiere este billete de cincuenta dolares??
muchos levantaron sus manos
-voi a dale estos cincuenta dolares a uno de ustedes -siguió diciendo- pero primero permítame hacer esto.
y procedió a arrugar el billete. Luego pregunto:
-lo quiere alguien todavia ??
las mismas manos seguian levantadas
-bien, -dijo- ¿qué tal si hago esto?
Lo tiró al suelo y lo aplastó con el zapato. Se agachó, lo recogió y lo levantó, todo sucio y arrugado.
-y ahora ¿alguien todavia lo quiere?
Todavía muchas manos seguian levantadas.
-ustedes han aprendido una leccion valiosa, -dijo- No importa lo que yo haga con el billete, ustedes todavia lo quieren porque no se ha devaluado. Todavia vale cincuenta dolares.

La simple ilustracion de Gary recalca una verdad profunda. Muchas veces en nuestra vida nos arrugamos, caemos y nos ensuciamos con las decisiones que tomamos o las circunstancias que enfrentamos. Puede que nos sintamos sin valor, insignificantes ante nuestros ojos y ante los ojos de los demás. Pero no importa lo que haya pasado o lo que suceda despues, nuestro valor de seres humanos nunca se pierde. No hay nada que pueda quitarnos ese valor. nolo olvide nunca.