A "Cuchillo" lo entregaron sus hombres

Fuentes humanas que se acercaron a la Policía fueron la clave de la operación que terminó con la vida del ex paramilitar y narcotraficante más buscado del país Pedro Oliviero Castillo, alias "Cuchillo", jefe de la banda criminal conocida como el Ejército Revolucionario Popular Anticomunista, Erpac.

Varios de sus integrantes trabajaban desde hace tres meses bajo las órdenes de la Policía y registraban cada uno de sus movimientos. Fue así que se consolidaron tres años de seguimiento a este narcotraficante y como se conoció, la última semana, que "Cuchillo" iba a dirigirse a una casa finca ubicada en Puerto Alvira, Meta, para celebrar el 24 de diciembre junto con su primer anillo de seguridad conformado por 10 hombres y otras 24 personas entre las que había mujeres y 9 niños.

La presencia de los niños fue la que impidió que se realizara un bombardeo a la casa y por eso se decidió hacer un asalto aéreo con colaboración de la Fuerza Aérea, a las 12:33 de la madrugada del 25 de diciembre. La idea era aprovechar el ruido de los juegos pirotécnicos que había en la fiesta, para apaciguar el sonido de los helicópteros y esperar a que el alcohol hiciera su efecto.

De hecho, se pudo determinar que "Cuchillo" estaba tomando directamente del pico de la botella, un whisky Chivas de 21 años. Era el único que bebía.

En el terreno

La primera entrada la hicieron 4 helicópteros Black Hawk, de los 19 que participaron en total. Los recibieron con un fuego nutrido, hasta con armas de largo alcance como los M60 y ametralladoras. En ese momento murió el subintendente, de 27 años, Edwin César Numpaque, y cambió el escenario.

El asalto pensado para 10 minutos se extendió. Había que evacuar al subintendente y además, no podían devolver el fuego desde el aire por la presencia de los menores. Luego bajaron en rapel cerca de 300 comandos Jungla y Copes de la Policía para tomar la zona y en este descenso quedó herido y murió el subintendente, de 34 años, Javier Londoño.

La persecución se extendió hasta por 200 metros y ahí fue donde murió un lugarteniente de "Cuchillo" conocido como Aranjara Amaya Pulido y siete más fueron capturados, entre los cuales está el segundo al mando del Erpac y jefe militar, Harlod Humberto "El Loco" Rojas Piñeros. El lunes 27 fueron judicializados y asegurados por las muertes de los dos oficiales.

Su fin

El camino se acabó. En la huida, "Cuchillo" se topó con un caño que estaba a 4 metros de altura, lleno de piedras y marañas. Vestido con camiseta Lacoste, jean de marca y gorra, en estado de embriaguez, con radios, municiones, sus dos armas y el cuchillo con el que degollaba a sus víctimas, calculadas en 3.000 por el presidente Juan Manuel Santos, se tiró al agua.

Tres días después, a las 4:30 de la tarde, su cadáver fue encontrado, hinchado y enredado, en un área del caño que ya había sida registrada cuatro veces. Sin tener confirmación por autopsia, pero a la vista de hombres entrenados, la Policía cree que la muerte fue producto de ahogamiento, en tanto que no vieron heridas o impactos de bala.

El director de Antinarcóticos, general César Augusto Pinzón, explicó que cuando encontraron, el cuerpo no lo pudieron tocar para verificar heridas de bala por su avanzado estado de descomposición.

Cuando se retiró el cuerpo del caño se le quitaron sus dos pistolas FiveSeven, conocidas como "matapolicías", y su cuchillo. Una de estas permanecerá en el museo de la delincuencia que tiene la Policía. ¿La razón?, se trata de una pistola enchapada en oro y con incrustaciones de diamantes traída al país por los carteles mexicanos y para el paramilitar Martín Llanos.

Llanos murió a manos de Miguel Arroyave, uno de los instructores de "Cuchillo", quien luego lo asesinó. Este hecho fue el que le dio el ‘renombre’ que tenía ‘Cuchillo’ ante el mundo criminal, en el que cometió crímenes horrendos como la masacre de Mapiripán.

"Cuchillo", el "narco" que empezó como sicario del luego extinto narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, que no se desmovilizó del paramilitarismo y que comandaba el Erpac, acabó su vida en su ley, con 19 órdenes de captura en total por delitos de narcotráfico, concierto para delinquir, homicidio agravado, tráfico de armas, extorsión, secuestro, desplazamiento y desaparición forzada, administración de recursos con fines terroristas y hurto calificado.

Fueron las labores del director de Antinarcóticos, general César Pinzón; del director de la Dijin, general Carlos Ramiro Mena Bravo, y del director de Inteligencia, coronel Jorge Luis Vargas Valencia, las que perfeccionaron esta operación que acabó con la vida del "asesino de asesinos", como calificó el presidente Santos a "Cuchillo".

Duro golpe
Con la muerte de Guerrero Castillo, y la captura de cerca de 300 hombres de su banda criminal, se "fracturó" la estructura del Erpac, según lo calificó el general Naranjo. "Esa organización está quedando sin mando y control y por eso seguiremos las operaciones en su contra", indicó el alto oficial.

Para esas operaciones y para las investigaciones que sigue adelantando la Dijin, tal vez puedan servir los documentos en físico, no computadores, que se hallaron en el sitio del asalto aéreo.

Un respiro
"Sin ‘Cuchillo’, Colombia tiene un respiro", dijo el general Naranjo, sumándose a la consigna del presidente Santos y del Ministro de la Defensa, Rodrigo Rivera, de que "el crimen no paga".

El ministro Rivera instó a los integrantes de las bandas criminales a entregarse. "Lo que les espera a estos criminales es la cárcel, la extradición o la muerte en un operativo de esta naturaleza. Por eso nuestra insistencia en que dejen a un lado su empecinamiento criminal, se entreguen a las autoridades, se sometan a la justicia y se den una segunda oportunidad para ellos, sus familias y esta patria colombiana que lo que anhela es la paz", concluyó Rivera.