, 12:08:40
|
#1 |
Denunciante Plata
 |  Vendió su virginidad y ganó 260 mil .. (Pingüi)
Calificación: de
5,00
 | Tenía unos 16 años, ya era usuario frecuente de Internet y en las noticias me enteré de que una chica había puesto en subasta por Internet su virginidad, meses después trascendió que la oferta superó los 260 mil dólares y que el comprador nunca reclamó su nueva adquisición, ¿buen negocio no? parece una información frívola y denigrante, pero constituye un valioso antecedente, porque en ese ejemplo se retratan todas las posibilidades que este popular modo de negocio puede proporcionar, hoy lo conocemos como e-commerce.
El e-commerce es todo aquello que puedes comprar por Internet y se divide en 5 importantes categorías, compra de productos en México o el propio país, compras en el extranjero, compra de pasajes o transportación, transacciones de persona a persona y pago de impuestos. Hasta ahora Brasil representa el 61% de todo el e-commerce en América Latina y México se queda con el segundo lugar pero muy atrás con el 12% pero la buena noticia para los estadistas es que la población de nuestro país ha ganado un nivel de confianza superior al 70% a comprar por Internet, nada mas falta que lo usemos.
Hace unos días me entrevisté con Guillermo Rospigliosi, él trabaja en Miami, es Director regional de canales emergentes de VISA y me platicó de algunas estrategias que desean implementar para impulsar el comercio electrónico; primero me aclaro que en la jugada existen tres condicionantes básicos para realizar una compra: tener una buena conexión a Internet “hemos comprobado a través de este estudio que la correlación entre gente que compra en Internet y que tiene banda ancha y es muy cercana” dijo Rospigliosi, la segunda condición es que la oferta y la demanda se encuentres, o bien, localizar en Internet algo que nos interese comprar y tercero es tener el dinero electrónico para pagarlo de lo contrario se acabó el juego. Hasta ahora ese es el principal reto que las empresas tienen para impulsar sus ventas, pareciera que los planetas se deben alinear, si entendemos que en México menos de un tercio de la población tienen Internet, que el 9% tiene banda ancha, que no hay suficientes tiendas online y que menos de la mitad tiene una cuenta bancaria y no hablemos de una tarjeta de crédito o débito (me sentí como la canción de los 10 perritos).
Guillermo me contó que una de las claves era la agresividad de las tiendas para impulsar sus ventas online “Los comercios como México, Argentina o Perú no han hecho esas inversiones tan agresivas que se deben hacer para aprovechar el canal de comercio electrónico, en ese sentido Brasil y Chile le han sacado ventaja al resto de la región”.
La tarea no es imposible si recordamos que en México Boletazo nos tuvo que enseñar a usar nuestra tarjeta de crédito o débito y después de esa campaña, dimos un salto gigantesco en el uso de dinero electrónico, lo que facilitó muchas ventas, incentivó a pequeños locatarios a instalar terminales para no quedarse como el niño que quería la monografía de la vaca y no la pudo comprar porque no le aceptaban tarjeta.
Yo me declaro fan de la tarjeta de débito, un instrumento que no existe en todas partes del mundo y que me ha permitido controlar mi dinero y facilitar su manejo, tengo muchas quejas contra las ventas online, pero debo decir que se han reducido sus problemas significativamente, en México es importante no quedar fuera de la jugada principalmente por el crecimiento que puede tener, en nuestro sector turístico (tan importante).
¿Qué tanto nos falta? Yo creo que mucho y confío en que las instituciones financieras se pongan las pilas; hace unos días platiqué con una directora de una agencia de autos en el Estado de México y me dijo que cerca del 50% de sus ventas son de contado y en muchos casos la gente pagaba en efectivo, llegaba con los 200 mil pesos en bolsas, al final es dinero y vale como el de tu tarjeta, pero la idea es que Internet nos facilite esas cosas y además tengamos una tienda abierta las 24 horas y con mejores precios, es ganar ganar.
|
|   |