SEUL (Reuters) - El presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, dijo que Seúl responderá contra cualquier nueva provocación de Corea del Norte luego de su ataque de artillería contra una isla la semana pasada, mientras aumenta el descontento con la reacción del Gobierno.
Lee dio su primer discurso al país desde la ofensiva del martes, mientras buques de guerra estadounidenses y surcoreanos realizan maniobras militares, causando preocupación en China y amenazas norcoreanas de una guerra total.
También visitó a las tropas estadounidenses en Corea para agradecerles su demostración de fuerza.
"Corea del Norte pagará el precio en caso de más provocaciones", dijo Lee. "Atacar civiles militarmente es un crimen inhumano que está estrictamente prohibido en tiempos de guerra (...) Ahora es momento de mostrar acción, no cientos de palabras", agregó.
Los medios han criticado a Lee por reaccionar débilmente al ataque y un sondeo de opinión el lunes mostró que muchas personas creen que el Gobierno se ha contenido demasiado. La aprobación personal del presidente también ha caído desde la ofensiva y se produjeron protestas por su lenta respuesta.
El ataque aumentó las tensiones en la península a su máximo nivel en al menos dos décadas, pero expertos dicen que es improbable que deriven en una guerra a gran escala.
Los enfrentamientos en aguas en disputa frente a la costa occidental no son inusuales, con decenas de marineros muertos y barcos de guerra hundidos en los últimos 11 años, pero en el ataque del martes por primera vez fue alcanzada un área residencial. De los cuatro muertos, dos eran civiles.
El Servicio de Inversores Moody's dijo que la incertidumbre generada por las confrontaciones ya había influido en la calificación de crédito surcoreana. Pero la agencia indicó que aún estaba debatiendo si el reciente ataque marcaba una postura fundamentalmente más temeraria por parte de Corea del Norte.