Denunciante Bronce
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 | Dignidad nacional Viernes, 26 de Noviembre de 2010 00:00
*Aislados apologistas de los fugitivos Panamá en vías de reconsiderar asilo ERA evidente que, a pesar de las ingentes dificultades causadas por el invierno, el asilo en Panamá de la prófuga ex directora del DAS Maria del Pilar Hurtado iba a causar, no sólo una tormenta, sino amplias declaraciones y actitudes de dignidad nacional. Las primeras planas de periódicos, páginas virtuales, radio y televisión, han sido copadas por el tema por cuanto está en juego el Estado de Derecho y la viabilidad de Colombia como nación respetada en el concierto internacional. La gran mayoría de editorialistas del país se ha pronunciado en torno de la inconsecuente conducta del Gobierno encabezado por el presidente Ricardo Martinelli, pero autoridades del Istmo han señalado que el Primer Mandatario tomó esa decisión soberana con sólo escuchar a la implicada y que no se descarta su extradición en caso de que pueda constatarse que ella no es una perseguida política sino, como evidentemente lo es, una ciudadana virtualmente incursa en graves delitos comunes que no son susceptibles de inmunidad internacional. El presidente Martinelli, pues, pareciera haber sido asaltado en su buena fe y en caso de que la Fiscalía colombiana profiera acusación, seguramente la Cancillería podrá enviar cajas con documentos, testimonios, grabaciones y el gigantesco acervo probatorio existente contra quien usó la preponderancia del Estado contra gentes de bien, entre ellos nada menos que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Durante la semana se ha sabido, además, que el mismo Estado panameño fue drástico contra una Procuradora que recurrió recientemente a interceptaciones telefónicas, o conductas similares a las de Hurtado, de manera que está envuelto en el galimatías de hacer caer todo el peso de la Ley sobre sus nacionales mientras demuestra una benevolencia insólita para con extranjeros selectivos. Salvo por algunas opiniones asaz minoritarias, entre las cuales se destaca aquella de camuflar el ilegal asilo de Hurtado en la mampara de los otorgados por Panamá al Sha de Irán, Juan Domingo Perón o Abdalá Bucaram, en el marco evidente de circunstancias políticas, hay un plebiscito nacional que ha cerrado filas en torno de la Justicia colombiana y el Gobierno de Juan Manuel Santos. No ha lugar tampoco las comparaciones del asilo de Álvaro Leyva en Costa Rica, que fue otorgado a una persona, pero que no comprometía acciones de ninguna índole como funcionario del Estado colombiano, como, en cambio, todos los sindicados en los casos de las denominadas “chuzadas” y de la “yidispolitica”. Tan es así que la misma Costa Rica denegó el asilo al ex ministro Sabas Pretelt. No se entiende, tampoco, que el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, un antioqueño de raigambre que ha salido por la defensa de los fueros del Estado de Derecho y es hoy paradigma de las generaciones futuras de juristas y universitarios, sea atacado por “formadores de opinión” de su terruño, generalmente reconocidos por su sindéresis. Antioqueños de valía hay muchos, entre ellos, particularmente, Jaime Arrubla Paucar. Antioquia y el resto del país sabrán agradecerle en su oportunidad el carácter y valentía que ha demostrado para salvar a la Corporación de quienes no han hecho más que zaherirla, minimizarla y tratar, sin éxito, de socavar su majestad. Las mentes calenturientas que han emitido luengos comunicados haciendo la apología de los fugitivos, propiciando con ello la desestabilización nacional, han quedado, por fortuna, aisladas. La mácula imborrable de proceder contra la República no producirá jamás frutos de bendición, menos para quienes juraron los altos designios de defender y honrar la soberanía nacional, la Constitución y la Ley. Enlace: http://elnuevosiglo.com.co/editorial...-nacional.html
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