Si fueses creyente, pero de verdad creyente (no como el 80% de católicos que se dicen serlo pero ni a misa asiste) sabrías que el alma de un infante no bautizado va directo al limbo; esa era la preocupación de los padres del menor. De todas formas, los párrocos debieron advertirles que como católicos bautizados, podían hacer un "bautizo provisional" para evitar dicha suerte. Ahora el pobre vagará en el limbo hasta el final de los días.

PD: no soy católico, pero algo sé de la teología y catequismo de la Iglesia.