El canciller de Brasil, Celso Amorim, destacó hoy en Miami que el principal desafío económico y global de su país se centra en la integración de Suramérica para poder competir con Estados Unidos, la Unión Europea (UE) o China.

Amorim participó hoy en el Simposio organizado por la revista de negocios Latin Trade "Construyendo la nueva América Latina", con motivo de la entrega de los premios anuales que concede esta publicación de negocios.

El diplomático señaló que hace muy poco se ha comenzado de verdad una auténtica integración regional y que Brasil se ha convertido en un modelo económico para la región.

Agregó que las relaciones con Colombia y Perú son un buen ejemplo de los niveles de entendimiento y cooperación a los que se ha llegado en la región, pero afirmó que aún falta mucho para alcanzar grandes metas.

El canciller brasileño aseguró que la exitosa política económica de su país no tiene secretos y que se debe principalmente al manejo interno planificado de la misma, sin olvidarse de abrir nuevos mercados y consolidar socios comerciales.

Amorim subrayó que esas políticas tienen en cuenta el tema social, lo cual genera mayor productividad y confianza.

"Un punto muy importante es que el brasileño ha recuperado su autoestima y eso permite tener mayor rendimiento en la productividad en todas las áreas de nuestra economía", dijo Amorim.

Añadió que Brasil es un gigante que compite mundialmente con cualquiera como resultado de "creer en lo nuestro y hacer las cosas ordenadamente y no dependiendo de un solo socio comercial".

El canciller brasileño afirmó que el futuro de Brasil no es bilateral, al hacer alusión a las relaciones con Estados Unidos.

"Al contrario, pensamos que nuestro futuro es global y por eso la importancia de acercarnos a grandes mercados", subrayó.

China es actualmente el principal socio comercial de Brasil, seguido de Estados Unidos y Argentina.

Amorim indicó que África, sin citar países en particular, se ha convertido en el cuarto socio comercial.

"Hemos abierto cerca de 40 nuevas embajadas en los países africanos, lo que demuestra nuestra actividad comercial y laboral con ese continente", dijo.

Por otro lado, Luciano Coutinho, presidente del Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social de Brasil(BNDES), descartó que Brasil padezca una "burbuja económica".

"Al contrario, para nosotros es muy bueno que haya disminuido nuestro crecimiento económico y se haya estancado, lo cual genera mayor confianza y credibilidad para cualquier inversionista", afirmó Coutinho.

Sobre este tema el canciller Amorim apuntó que en el presente año el Producto Interno Bruto de Brasil (PIB) creció a un menor ritmo.

"En los dos primeros trimestres tuvimos un crecimiento que parecía chino, entre el 10 y el 11 por ciento. Para el tercer trimestre cayó al cuatro por ciento, lo que indica que empieza a estabilizarse y eso es bueno para nosotros", indicó.

El embajador de Estados Unidos en Brasil, Thomas Shannon, señaló que Estados Unidos nunca ha querido limitar el crecimiento de Brasil en ninguna área.

"Al contrario, creo que ahora más que nunca hemos construido una relación de confianza solida entre los dos países y esto se debe a estos dos arquitectos de ese gobierno", haciendo referencia al trabajo de Amorim y Coutinho.