Un niño de tan sólo ocho años, resultó con graves quemaduras en su cuerpo, cuando uno de los globos de su fiesta que al parecer habia sido inflado con hidrógeno sin explicación alguna explotó.Ana Cecilia Caballero, una madre bogotana, que quería sorprender a su pequeño, con una fiesta de halloween, no puede entender aún como toda la alegría, felicidad y armonía que vivían en ese momento se convirtió en confusión y terrible dolor.



Todo ocurrió cuando en medio de las risas y juegos de los niños, que se divertían con sus disfraces, uno de los ramos de globos que estaba colgado en el techo del salón, se estrelló con un bombillo y explotó. En ese momento salió una gran llamarada, que se extendió hasta el suelo en donde se encontraba el hijo de Ana y su primo.

De inmediato los dos cuerpos, fueron invadidos por la llamas, en ese momento las personas que se encontraban en el lugar, apagaron el fuego no sólo del techo y de las paredes si no también el que aun estaba en el cuerpecito de los dos infantes.

Los padres del pequeño, pensaron que la situación ya estaba controlada, pero horas después se empeoró, las manos y rostro del menor estaban llenas de ampollas por lo que decidieron llevarlo de inmediato a un centro asistencial.

Cuando la victima llegó al hospital fue remitido de inmediato al pabellón de quemados, ya que presentaba quemaduras de segundo grado.