Y porque sería deprimente la experiencia en el evento (muy frecuente) de que el cliente jamás piense en el dinero que gastó
sino en lo que disfrutó producto del sexo desenfrenado por varias horas de placer con una mujer escultural......yo diría que
a veces uno puede pensar incluso
en toda la plata que uno se ahorra evitando estar de tarado coqueteando y gastando 120 mil pesos en una salida a cenar con una nena la mitad de atractiva físicamente que una prepago.
Claro, para comerse a una niña no tan maltratada de la cuquita siempre me queda mejor comermea mi propia novia así como a las amiguitas especiales que uno siempre tiene a mano. Eso nunca falta.
TONY MONTANA